Con vientos sostenidos de 150 kilómetros por hora Florence llegó a la costa sureste de Estados Unidos, donde ha ocasionado inundaciones, activando las alarmas de las autoridades tras miles de emergencias desatadas por las personas que han quedado atrapadas como consecuencia de las torrenciales precipitaciones.
Wrightsville Beach, en Carolina del Norte, fue la primera parada, donde sus habitantes sufrieron horas sin servicio eléctrico y vientos huracanados, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC).
Aunque se ha degradado a categoría 1 el peligro continúa y se centra en las inundaciones que pueden causar las marejadas ciclónicas a su paso.
New Bern, en Carolina del Norte, ha sido la localidad más afectada. Rescatistas y efectivos de la Guardia Nacional han atendido decenas de llamadas de emergencia para rescatar por lo menos a un centenar de personas.
Muchos de los que han sido rescatados habrían desobedecido la orden de evacuación obligatoria que recibieron más de un millón de residentes en la zona.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, destacó y agradeció la “increíble” labor de las autoridades y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, a través de su cuenta oficial en Twitter.