Los Brasileños salen a votar en medio de un clima marcado por la polarización y la radicalización. Fernando Haddad, el hombre que sustituyó a Lula Da Silva como candidato del Partido de los Trabajadores y el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien recibió una puñalada en un mitin el pasado 6 de septiembre, son los hombres sobre quienes se debate la presidencia de una nación que sufre los embates de la corrupción, la violencia y los escándalos políticos.
Cerca de 147,3 millones de electores están convocados a las urnas, donde también se escogen autoridades locales.
Bolsonaro, es un capitán retirado, diputado y líder del Partido Social Liberal (PSL), encabeza todas las encuestas de intención de voto desde hace meses. Representa la llamada clase alta y la clase media tradicional. Es de ultraderecha, polémico, defiende la dictadura militar de 1964, se le acusa de ser machista, racista, homofóbico y xenófobo.
Haddad por su parte, llega a elecciones, a la sombra del expresidente, ahora preso en una cárcel de Curitiba, Luiz Inacio Lula Da Silva, defendiendo los ideales socialistas y del empoderamiento de los trabajadores. “Si el pueblo y Dios nos permiten ir a la segunda vuelta, con todo respeto a los demás candidatos, Brasil tendrá la oportunidad de comparar dos proyectos, uno que incluye y defiende derechos y otro que sólo habla de cercenarlos”, afirmó el candidato a finales de la campaña.
Los sondeos de opinión dan a Bolsonaro 35 % y Haddad el 22 %, se presume que van a ser los dos más votados, sin embargo el pronostico político indicas que ninguno contará con la mayoría de votos y tendrán que medirse en una segunda vuelta que se llevaría a cabo el 28 de octubre.
El actual presidente de Brasil Michel Temer, tras ejercer su derecho a voto destacó que estos comicios van a unir a los brasileños y que el resultado electoral será respetado debido a que es la voluntad de los ciudadanos
«Desde el primer momento pregono mucho la armonía. Así que termine el pleito, ustedes verán que los brasileños van a unirse. No tengo duda de eso (…) La voluntad del pueblo es la que determina. Eso está previsto en la Constitución. El poder no es nuestro. Quien venza, sea Bolsonaro o Haddad o el que sea, el poder es del pueblo» dijo Temer.