Imágenes del interior del Nabarima confirman que el desastre está por ocurrir. Videos y fotografías, publicadas en redes sociales, dan cuenta de cómo el buque, de bandera venezolana, ha acumulado grandes cantidades de agua marina dentro de sus salas.
Ese líquido sería el responsable de la inclinación que exhibe la nave, cuya proa se ha escorado a estribor, haciendo pensar que el hundimiento es inminente.
Las gráficas divulgadas por @west.indimade, una cuenta de Instagram operada desde Trinidad y Tobago, echan por tierra las versiones de la dictadura madurista y de la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa).
Ambas partes insisten en que el Nabarima, un tanquero que se usa como plataforma flotante de almacenamiento de crudo, no representa peligro alguno.
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Sin embargo, el navío, anclado frente a las costas del Golfo de Paria, en el estado Sucre, mantiene en sus depósitos más de un millón de barriles de petróleo que, de ser vertidos al mar, ocasionarían daños irreparables en las costas venezolanas y, también, en las trinitarias.
De acuerdo con expertos, la tragedia ecológica sólo sería comparable con la ocurrida en 1989. En marzo de aquel año, el Exxon Valdez, un petrolero de la empresa Exxon Mobile, encalló frente a las costas de Prince William Sound, un estrecho ubicado en el Golfo de Alaska.
Para el momento del incidente, el buque trasladaba 10 millones de barriles de crudo.