No hay una fecha precisa para comenzar las pruebas de la vacuna Sputnik V en Venezuela.
A principios de octubre llegó el cargamento con 2.000 dosis del fármaco ruso y el gobierno en disputa manifestó su disposición a fabricar la vacuna, una vez sea aprobada. Sin embargo, no hay mayor información.
Tan sólo una publicación en Twitter invita a quienes deseen participar en la fase 3 del proceso, a registrarse ante el Ministerio de Salud. Aún así, en la página web del ente no se consigue esta opción.
Manuel Isidro Molina es un periodista venezolano y ha manifestado su disposición a ser uno de los voluntarios. «Para mi el tema es humano, científico y tecnológico, porque, a fin de cuentas, si nadie acepta participar en el ensayo, ¿cómo es que se evoluciona para la obtención de una vacuna?».
Por su parte, José Manuel Olivares, comisionado de salud del gobierno interino liderado por Juan Guiadó, alerta a los potenciales participantes en el experimento que las condiciones sanitarias del país no son las óptimas para hacer un estudio de ese tipo, pues ni siquiera hay capacidad para hacer pruebas PCR a fin de descartar que los voluntarios se hayan contagiado con coronavirus.
«En un país donde no hay agua, donde el 80 por ciento de los tomógrafos no funcionan, donde el 78 por ciento de los laboratorios trabajan de forma inconstante, donde se va la luz, ir a un estudio clínico donde no vas a tener la rigurosidad académica de verificar al paciente en estudio, es un acto de irresponsabilidad», señaló Olivares en conversación con la Voz de América.
La comunidad científica también ha pedido transparencia en cuanto a la metodología y los resultados de la prueba.
«Es importante que las 2.000 personas que van a participar en el estudio tengan claro que son voluntarios y que esto no les confiere protección. Recordemos que la mitad de las personas van a recibir un placebo», dijo la viróloga e investigadora del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, Flor Pujol.
La especialista recordó que la prestigiosa revista médica “The Lancet” pidió aclaratorias a los autores de un estudio sobre la vacuna rusa que destacaba resultados prometedores, luego de que un grupo de expertos cuestionara las conclusiones del proceso con el que se obtuvo la potencial vacuna.
«Hubo un momento de opacidad donde no se sabía nada. Pero se sabe de qué está compuesta y formulada. Lo que tenemos que esperar es que se mantenga el flujo de información para monitorear el éxito, o no, de la vacuna», añadió.
Desde el gobierno interino de Venezuela acusan al presidente en disputa, Nicolás Maduro, de intentar hacer campaña política con este ensayo clínico.
«Maduro utiliza esta herramienta de la vacunación para construir esa falsa normalidad que nos lleve a una elección sobre el cadáver de los venezolanos en diciembre», afirmó el comisionado Olivares, médico oncólogo, además de diputado a la Asamblea Nacional.
Mientras la oficina de la Organización Mundial de la Salud en Europa ha iniciado conversaciones con Rusia para tratar de obtener más información sobre su vacuna experimental.
En Venezuela el presidente en disputa Nicolás Maduro ha declarado que él, su hijo, su hermana, además del exmandatario de Honduras Manuel Zelaya, serán los primeros voluntarios en aplicarse la vacuna.