Reportaje de la Voz de América
El presidente Donald Trump condenó los atentados con potenciales explosivos contra políticos, un medio de comunicación y figuras públicas en Estados Unidos y señaló que la “violencia política” no tiene cabida en este país.
El mandatario estadounidense expresó estar “enojado, preocupado y triste” por los recientes sucesos y garantizó: “llegaremos al fondo” de lo ocurrido.
Trump habló en el marco de una reunión en la Casa Blanca para resaltar los avances y el progreso en las acciones de su gobierno para combatir la crisis de opioides en el país.
Los potenciales explosivos dirigidos contra Hillary Clinton, el expresidente Barack Obama, CNN, y otras figuras públicas, fueron interceptados por el Servicio Secreto antes de llegar a su destino entre el martes por la noche y la mañana de miércoles.
Los dispositivos, que según las autoridades, compartían un diseño similar estaban dirigidos a demócratas prominentes y a CNN, la cadena de noticias a menudo criticada por los conservadores politicos y el mismo presidente Trump.
En conferencia de prensa, el comisionado de la policía de Nueva York, James O’Neill, indicó que oficiales identificaron un dispositivo que «parecía ser un explosivo» en el edificio donde opera parte del equipo de CNN y que el escuadrón de desactivación de bombas lo retiró del lugar de forma segura y se encuentran investigándolo.
También indicaron las autoridades que como parte del paquete encontraron un sobre que contenía un polvo blanco no identificado hasta el momento.
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, dijo que no existe otra amenaza «específica y creíble» en otro lugar e insistió en que los residentes pueden regresar a sus actividades normales. Pero, garantizó que se mantendrá la presencia policial en establecimientos clave alrededor de la ciudad.
Cabe anotar que un dispositivo similar fue encontrado el lunes en el recinto del multimillonario liberal George Soros en Nueva York. Soros es un importante contribuyente a las causas demócratas.
Los ataques se producen a dos semanas de las elecciones de medio periodo que podrían reestructurar el Congreso estadounidense e inclinar la balanza de poder entre demócratas y republicanos.
Las próximas elecciones también sirven como un catalizador de los primeros dos años de gobierno del presidente Trump.
La Casa Blanca fue la primera en condenar los «actos terroristas» a través de un comunicado.
Luego se sumaron el vicepresidente Mike Pence, así como distintos políticos tanto demócratas como republicanos, entre ellos la misma Hillary Clinton, quien aprovechó para agradecer el accionar oportuno del Servicio Secreto, pero al mismo tiempo, remarcar que «es un momento preocupante y de profundas divisiones».
«Tenemos que hacer todo lo posible para unir a nuestro país. También tenemos que elegir candidatos que tratarán de hacer lo mismo», señaló Hillary Clinton durante un evento de campaña en Florida.
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