Mientras la Covid-19 continúa ganando terreno en el viejo continente, Francia y Bélgica extreman medidas para contener al nuevo coronavirus.
En la nación gala, el Gobierno del presidente Emmanuel Macron llevó de 16 a 54 el número de departamentos que deben cumplir con el toque de queda nocturno impuesto por el Ejecutivo.
La medida, que restringe la circulación y las actividades a partir de las 9:00 pm (en el territorio peninsular francés), afectará a 46 millones de habitantes y tendrá un pacto económico estimado de unos 2.000 millones de euros.
Bélgica, por su parte, mantendrá el toque de queda nocturno anunciado hace una semana. A ello se le sumarán nuevas restricciones en los ámbitos deportivos, académico y del entretenimiento.
Desde este viernes, ningún partido podrá celebrarse con la presencia de aficionados. Las clases en las escuelas primarias y secundarias continuarán siendo in situ, pero las universidades sólo podrán aceptar 20% de su alumnado dentro de las aulas. Los estudiantes quedan obligados a portar sus mascarillas.
Las actividades culturales podrán tener un aforo de hasta 200 asistentes, siempre y cuando los organizadores cumplan con estrictas medidas de bioseguridad. Los parques de atracciones y los acuarios estarán cerrados, mientras que los zoológicos permanecerán abiertos.