José Gregorio Hernández nació en Isnotú, Estado Trujillo, el 26 de octubre de 1864. Hijo de Benigno Hernández Manzaneda, dueño de una Pulpería y Botica, y de Josefa Antonia Cisneros, ama de casa.
Fue un médico venezolano, a quien se le atribuyen dotes de santidad, actualmente es venerado por conceder favores y milagros, según la creencia popular.
Su mamá, una mujer católica muy devota murió cuando él tenía ocho años.
Su niñez transcurrió en su pueblo natal y en medio de un clima profundamente religioso.
Todo este ambiente lo hizo un hombre humilde, muy solidario con todos, especialmente con los pobres y los necesitados.
Quiso estudiar derecho, pero su papá lo persuadió para que estudiara medicina. Asumió la carrera como su forma de vida, ideal con su inclinación cristiana de ayudar a quien lo necesitara.
Se graduó en la UCV en 1.888. Cursó estudios de postgrado en París y Berlín. A su regreso en 1891 se integra a la UCV como docente de varias cátedras. Fue un hombre muy culto, hablaba varios idiomas: inglés, francés, italiano, alemán, portugués; fue científico, filósofo y músico.
El Dr. José Gregorio Hernández murió un 29 de junio de 1919 a los 54 años, atropellado por un automóvil mientras cruzaba una calle de Caracas para atender a una anciana, en una época en la que circulaban pocos vehículos motores en dicha ciudad. Sus últimas palabras, según una testigo, fueron: “¡Virgen Santísima!”.