Un punto del Mar Caribe cercano a la isla de La Borracha es el lugar que ha escogido la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa) para transferir el crudo que es cargado en los puertos venezolanos.
La operación, conocida como Transferencia Barco a Barco (o STS, por sus siglas en inglés), busca evadir las sanciones estadounidenses que pesan sobre la compañía y sobre varios de sus tanqueros.
Por ese motivo, la empresa pasa el petróleo hacia buques que, por no estar penalizados, podrían transportar la carga, sin el riesgo de que sean interceptados y de que el contenido sea incautado.
Fuentes consultadas por la agencia de noticias Reuters revelaron que tal práctica incrementa los costes para Pdvsa, una estatal que se ha venido a menos, a causa de la corrupción y la desinversión.
A mediados de octubre, un petrolero que navegó desde el puerto de José, en la costa oriental de Venezuela, se ubicó en las proximidades de La Borracha. Una vez allí, el navío descargó 700.000 barriles de crudo pesado, que fueron cargados en otro buque. Antes del inicio de la operación, ese otro barco permanecía anclado frente a aguas territoriales venezolanas.