Turquía puso fin el miércoles a la búsqueda y rescate de sobrevivientes entre los escombros de los edificios que se derrumbaron como resultado del terremoto del viernes en el mar Egeo.
El número de fallecidos en el sismo de la semana pasada en el Mar Egeo subió a 116 personas el miércoles mientras los rescatistas en la ciudad turca de Izmir se centraban en los dos últimos edificios derrumbados.
Todas las víctimas menos dos perdieron la vida en Esmirna, la tercera ciudad de Turquía. Dos adolescentes murieron en la isla griega de Samos, que está al sur del epicentro del sismo del pasado viernes.
Las operaciones de búsqueda y rescate finalizaron en 15 de los 17 edificios que se vinieron abajo por el violento sismo, dijo la agencia de emergencias y gestión de desastres de Turquía, AFAD.
De los 1.035 heridos, 137 seguían hospitalizados, agregó. Más de 100 personas han sido sacadas de entre los escombros de edificios de departamentos.
Tras una reunión de su gobierno el martes en la noche, el presidente, Recep Tayyip Erdogan, prometió que no se rendirá hasta que recupere a la última persona desaparecida. El ánimo de los rescatistas subió el martes tras sacar a una niña de 3 años de entre los restos de su casa unas 91 horas después del movimiento telúrico.
El Servicio Geológico de Estados Unidos fijó la magnitud del sismo en 7,0, aunque otras agencias dijeron que había sido menos severo.
El temblor se sintió en el oeste de Turquía, incluyendo Estambul, además de en la capital de Grecia, Atenas. Tras el sismo principal se registraron alrededor de 1.700 réplicas, según AFAD, de las cuales 45 tuvieron una magnitud de más de 4,0.
En Esmirna, el terremoto redujo edificios a escombros o hizo que los pisos se vinieran abajo con facilidad, y las autoridades detuvieron a nueve personas, incluyendo contratistas, para interrogarlos por el colapso de seis de los inmuebles.
Turquía tiene una combinación de edificios antiguos y construcciones baratas o ilegales que no resisten bien los sismos. Las normas se han endurecido para reforzar o demoler los inmuebles más antiguos, y hay una renovación urbana en marcha en las ciudades del país, pero los expertos dicen que no avanza lo suficientemente rápido.
El país se asienta sobre dos importantes fallas y los terremotos son habituales allí.
Voz de América