El Coordinador Nacional del Movimiento Penitenciario de Voluntad Popular, Wladimir Ramírez, denunció la grave crisis sanitaria, relacionada a la tuberculosis, que afecta a más del 90 % de los centros penitenciarios y retenes policiales de Venezuela.
Ramírez sostuvo que han recibido denuncias de familiares de los privados de libertad en todo el país, en las que señalan que diariamente fallece un alto número de reos a consecuencia de tuberculosis. «Hacemos un llamado a los organismos competentes a nivel nacional e internacional para que investiguen esta grave situación que pone en riesgo la vida de los internos en Venezuela”.
Por su parte, Harold Guerrero, abogado y Consultor Jurídico Nacional Penitenciario de VP, tildó de preocupante la desidia y el abandono en los centros de reclusión del país. «El régimen se ha encargado de ocultar esta grave crisis sanitaria que pone en riesgo la vida de los privados de libertad».
Expresó que a esta situación se suma la gran cantidad de detenciones arbitrarias, los múltiples retardos procesales y el hacinamiento que perjudica a los reclusos. “El régimen no garantiza el derecho a la vida de los detenidos al no generar políticas sanitarias serias, para así evitar la propagación de enfermedades como la tuberculosis, que ha cobrado la vida de muchos presos».
De acuerdo con un informe del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), 40 reos fallecieron por condiciones de salud entre octubre de 2019 y abril de 2020, en 11 estados del país. Durante ese periodo, detalla la ONG, 116 reclusos estuvieron o están enfermos. 74 por tuberculosis y 25 con VIH; de ese total, solo 18 reciben tratamiento. Según cifras del OVP, este año se duplicó el número de presos fallecidos, respecto a 2019, con un total de 314. De ese total, 168 murieron por enfermedad entre enero y septiembre.
Según la ONG Una Ventana a la Libertad, en 60 calabozos de Caracas, Vargas y Miranda, se contabilizaron 558 casos de desnutrición, 183 de tuberculosis, 10 de VIH y cuatro positivos para COVID-19. La organización también apuntó que, entre mayo y septiembre, murieron 14 internos: ocho por tuberculosis, dos por paro respiratorio y el resto por otras causas. Además, el hacinamiento, según precisaron, fue de 293,4 %, mientras que el 73 % de los reclusos no cuenta baños y el 92 % no tiene asistencia médica.
Basado en esas cifras, el Movimiento Penitenciario de VP, reitera el llamado a los organismos internacionales para que se apliquen las medidas necesarias y así detener esta nueva violación sistemática de los derechos humanos en Venezuela.