En lo que parece ser una decisión de último minuto, Mike Pence no viajará a Florida. El vicepresidente, de 61 años de edad, suspendió su vuelo a Sanibel, una localidad que visitaría con motivo de sus vacaciones.
Según afirman medios como “The Washington Post”, el número dos de la Casa Blanca permanecerá en la capital estadounidense, con la intención de apoyar a su compañero de fórmula, el presidente Donald Trump.
Desde la semana pasada, tanto Trump como su equipo de campaña se han enfrascado en una guerra legal, con la que pretenden conseguir el reconteo de los votos que fueron emitidos en algunos estados, con motivo de las elecciones del 3 de noviembre.
Aunque sin pruebas, Trump ha clamado fraude. Según el jefe de Estado, el escrutinio está viciado, pues se incluyeron “boletas ilegales”.
La data levantada por empresas privadas y las proyecciones de distintos medios de comunicación indican que es Joe Biden, ex vicepresidente de la era Obama, el ganador de la contienda.
Aun cuando mandatarios de todo el mundo han reconocido al ex senador como presidente electo, Trump se niega a aceptar la derrota. Ello ha arrastrado a funcionarios como Emily Murphy.
La directora de la Administración de Servicios Generales (GSA, por sus siglas en inglés) se ha alineado con la posición del republicano y, en consecuencia, ha decidido entorpecer los trabajos de transición.