Para el pastor Javier Bertucci, jugar con el hambre del pueblo se volvió un arma perfecta para conseguir votos.
En plena marcha, que parecía ser apagada por una lluvia que no paraba, «el pastor» sorprendió a muchos con una camioneta full de «sardinas» «gratis» para el pueblo que estaba en la marcha.
Decenas de personas comenzaron a aglomerarse y a retirar su pescado gratis en medio de tanta hambre y miseria que vive el pueblo venezolano.