En Venezuela aún hay situaciones asombrosas, como esta, que denuncian familiares de presos en las cárceles de Yaracuy donde les cobran hasta $2.600 para que garantizarles un poco de tranquilidad.
La madre de uno de los reos dijo que a su hijo le cobran 200 dólares para su seguridad. “Mi hijo asumió su condena, le dieron 6 años y cumplimos con todo el proceso para la redención de pena, todavía esperamos. Tiene 5 años privado de libertad”.
Según los testimonios de los familiares, los reclusos les han hecho saber que se les está exigiendo el pago de $2.600 para permanecer en esta celda. Este pago corresponde a $200 por cada recluso, pidiendo además que el pago se haga en dos partes y que el primero sea el próximo jueves, de lo contrario serían desalojados y reubicados en celdas con peores condiciones.
Esto podría denominarse como el pago más alto que se exige en esta comandancia, que según testimonios, aumentó de $50 a $200 por recluso, pues como mencionamos anteriormente no es el único cobro que se exige. Los familiares también deben pagar para que los presos tengan acceso a agua potable, ver la luz del sol y acceso a paquetería.
“Si no nos da la gana no la pasamos”, escuchan los familiares con frecuencia por parte de los funcionarios. “A pesar de estar pagando por la entrega de la comida, esto no nos asegura que se las entregaran. Los policías son los que mandan, repiten que no tienen que hacer favores a nadie, pero si te niegas a pagar no comen”, denunciaron.
La crisis carcelaria no parece tener solución a corto plazo, la pandemia y la paralización de la justicia aceleró el debacle dentro de los recintos penitenciarios y calabozos policiales. Hacinamiento, condiciones inhumanas y extorsión siguen siendo la ley.
En horas de la noche de este martes 16 de noviembre, una fiscal del Ministerio Público coordinó el traslado de los reclusos al Centro de Coordinación Policial del municipio Cocorote para resguardar su integridad física. Al tiempo que los familiares claman para que no haya represalias por las denuncias contra los funcionarios policiales.