A diario se repiten las mismas imágenes en las calles de Venezuela, miles de venezolanos saliendo encomendados a Dios a buscar el «pan nuestro de cada día».
Las calles tienen rostros hambrientos, puede que corras con la suerte y que tengas para las tres comidas o que a duras penas alcance para una, haciendo milagros para compartir con el resto de los miembros de la familia.
Un trabajador bien sea profesional o no, un pensionado o jubilado, no pueden depender del pago que reciben por un mes, para comprar un kilo de harina precocida por ejemplo.
El salario mínimo otorgado hace tan solo 23 días por el régimen de Venezuela, y que además no fue publicado si quiera en Gaceta Oficial, se pulverizó, al extremo que para poder comprar la caja Clap ( la cual el gobierno asegura es gratis para el pueblo y que contiene los alimentos necesario para las familias) necesita un venezolano terminar de «rebuscarse» o pedir dinero prestado para pagarla.
Según el informe publicado por la Oficina Nacional de Planificación y Presupuesto (Onapre), las nueva tablas salariales de los empleados públicos subió de 400.000 a 1.200.000 bolívares, exactamente un dólar para el momento en el que se redacta esta noticia, eso si, corriendo con la suerte de que los supermercados realmente acepten a precio paralelo y no le incremente ningún % extra para resguardar sus ingresos.
Los gremios de educadores y trabajadores de salud, son los más activos en las calles venezolanas, y hacen sentir su voz casi que a diario, porque este aumento no está ajustado a la realidad en Venezuela.
“Los hospitales están en hombros de trabajadores hambreados por bajos sueldos”, resaltaba Ana Rosario Contreras, presidente del Colegio de Enfermería de Caracas.
Según las tablas salariales, un trabajador administrativo (bachiller) tendrá mensualmente un salario básico de 1.200.000 bolívares (1,1 dólares), con un máximo de 1.824.000 bolívares (1,6 dólares).
Un profesional universitario, que está por encima en el escalafón, ganará entre 2.736.000 bolívares mensuales (2,5 dólares) y un máximo de 3.648.000 bolívares (3.3dólares).
El Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cendas) publicó que la canasta familiar alimentaria de octubre la cuál se ubicó en 141.808.837,30 bolívares, es decir que un venezolano para poder «medio» comer necesita 250$ dólares mensuales, en los cuales cabe destacar que no se incluyen medicinas, transporte ni alquileres de vivienda.