Las cifras corresponden al informe “Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe 2018”, realizado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Unicef y el Programa Mundial de Alimentos (WFP).
En el documento se destaca como el hambre ha aumentado en América Latina y el Caribe durante el último año por tercer año consecutivo, convirtiéndose en un problema que afecta a 39,3 millones de personas, que se traduce en el 6,1 % de la población de la región.
En la lista de los países con cifras más altas de desnutrición destaca Venezuela en el primer lugar, donde se determinó que entre los años 2014 y 2017 600 mil personas se mantuvieron mal nutridas, y muchas murieron por la falta de alimentos.
El informe que ha sido difundido este miércoles en la sede regional de la FAO, en Santiago de Chile, indica que el hambre ha ido en incremento de unas 200 mil personas desnutridas más en la región entre los años 2015 y 2016 y del doble entre 2016 y 2017.
Las Naciones Unidas han expresado su preocupación sobretodo por la crisis en Venezuela donde 3,7 millones de habitantes están subalimentados.
Sin embargo, once países de la región pasaron las pruebas y no aumentaron sus niveles de desnutrición, tal es el caso de Chile, Costa Rica, El Salvador, Ecuador, Guatemala, Honduras, Jamaica, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Perú.
Pero no sólo el hambre se ha convertido en un problema, el sobrepeso y la obesidad se han convertido en una amenaza nutricional para América Latina y el Caribe. Aproximadamente, uno de cada cuatro adultos es obeso , y por lo menos 7,3 % de los niños menores de cinco años están afectados por el sobrepeso, una cifra que supera el promedio mundial.