Colombia, acoge 1,7 millones de venezolanos, ya han salido unos 110.000 desde el comienzo de la pandemia, según informó Migración Colombia, hace una semana. Aunque la cifra de salidas continuó en descenso en septiembre, la entidad migratoria apuntó que se trata de una caída que comienza a aplanarse.
Ahora, algunos migrantes buscan regresar nuevamente a Colombia escapando nuevamente de la crisis en su país.
Algunos países de la región también han registrado una salida de venezolanos. La Superintendencia Nacional de Migraciones de Perú, por ejemplo, informó en octubre que desde de septiembre salen más migrantes de los que ingresan.
Gabriel Pérez, migrante venezolano, le contó a la Voz de América que regresó a su país por» la situación del COVID-19, entonces todo el mundo cerró, la gente no colaboraba y pues, usted sabe, que en Colombia uno tiene que pagar arriendo, agua, luz”, explica Gabriel.
No obstante, luego se volvió a Colombia ante «la reactivación de la economía».
Sin embargo, un informe de la organización no gubernamental Cuso Internacional y de la Universidad Externado de Colombia con el apoyo del Gobierno de Canadá señaló que la mayoría de migrantes venezolanos sufren precariedad laboral en Colombia.
Los hallazgos indican que el 91,1% de los migrantes tienen largas jornadas laborales por las que perciben ingresos inferiores a un salario mínimo mensual de $240 dólares.
Siete meses después del inicio de la pandemia, cerca de 200.000 venezolanos podrían regresar a Colombia, según estimaciones de Migración Colombia.
Cierre de fronteras: un obstáculo
Esta semana, el gobierno de Colombia, extendió el cierre de fronteras terrestres y fluviales hasta el 16 de enero de 2021, un obstáculo más para aquellos que quieren salir del país o regresar a Venezuela.
Según el analista político Ricardo Ávila, la expansión de este cierre fronterizo afecta notablemente a los migrantes que vienen de Venezuela, ya que no disminuye el flujo migratorio, sino que se aumenta por pasos irregulares.
«La temporada invernal ha hecho subir el nivel de ríos y quebradas con lo cual personas que lo ha perdido prácticamente todo arriesgan incluso la vida al tomar rutas que no están habilitadas», dice Ávila.
Debido a este prolongado cierre, el paso ilegal por las trochas preocupa a las autoridades colombianas.
«Hacemos un llamado a la población para que no expongan su vida ingresando al país de manera irregular. Si necesitan ingresar a Colombia y es un caso de fuerza mayor, los invitamos a que le expliquen su caso al Oficial de Migración en frontera, quien consultará la viabilidad o no de autorizar su ingreso», dijo Francisco Espinoza, director de Migración Colombia.
Para el analista económico Andrés Moreno, esta medida no contiene la propagación del COVID-19, pero sí genera un bloqueo económico, en las cinco fronteras colombianas, con Ecuador, Brasil, Venezuela, Perú, Panamá.
No obstante, cientos de migrantes venezolanos se han visto obligados a utilizar pasos ilegales para llegar a Colombia, unos para comprar medicamentos y alimentos, y otros para buscar una salida hacia el interior de Colombia y países como Ecuador y Perú, luego de varias semanas de largas caminatas.
Para las organizaciones de comerciantes en las zonas de frontera, la prórroga del cierre significa la quiebra total del sector y un incentivo al contrabando, que no conoce de protocolos de bioseguridad.
“Lo que se está haciendo ahorita es reactivando el contrabando, la economía informal, y nuestros comerciantes, que tienen su empresa, están cayendo en quiebra por esto”, aseguró Yeimi Termal, presidenta de la Cámara de Comercio de Ipiales, municipio fronterizo con Ecuador.
Migración Colombia señaló que el Gobierno sigue trabajando con los países vecinos, en la búsqueda de mecanismos que permitan repensar la apertura de las fronteras, de una manera segura.
Fuente Voanoticias.com