Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en Afganistán anunciaron el viernes haber llevado a cabo un ataque aéreo nocturno contra insurgentes talibanes, en defensa de las fuerzas de seguridad gubernamentales.
El coronel Sonny Leggett, portavoz del ejército estadounidense, tuiteó que la acción en la sureña provincia de Kandahar, estaba en línea con el acuerdo firmado en febrero con los talibanes. Indicó que combatientes talibanes armados fueron atacados cuando disparaban contra un puesto de control de las fuerzas de seguridad afganas en el distrito de Zhari.
Leggett no compartió más detalles, pero rechazó como “falsos” los alegatos de los insurgentes de que se registraron víctimas civiles en el ataque.
Por su parte, los talibanes condenaron el ataque como una violación del acuerdo con Washington, diciendo que destruyó “múltiples viviendas civiles” y que mató a unas diez personas.
Funcionarios afganos en Kandahar fueron citados por medios locales asegurando que los talibanes estaban realizando “ataques coordinados” contra fuerzas de seguridad cuando los militares estadounidenses les bombardearon, matando a por lo menos 30 insurgentes.
Un portavoz del grupo insurgente, Qari Yousuf Ahmadi, aseguró que no había actividad militar o combates en el área y dijo que el acuerdo prohíbe ataques aéreos en zonas civiles.
“La continuación de este tipo de actos irresponsables puede llevar a los combatientes a responder, la responsabilidad de lo cual caería en los hombros de Estados Unidos”, dijo Ahmadi.
Reducción de tropas
El combate se produjo cuando Estados Unidos está reduciendo el número de tropas en el país y las negociaciones de paz entre los talibanes y representantes del gobierno afgano se realizan en Catar. Ambas situaciones tienen su origen en el acuerdo de febrero.
Hay unos 4.500 soldados estadounidenses en Afganistán, y el presidente Donald Trump planifica reducir ese número a 2.500 antes de abandonar la Casa Blanca, el 20 de enero de 2021.
El acuerdo entre talibanes y Estados Unidos establece que todas las fuerzas estadounidenses y de la coalición deben haber salido del país para mayo del 2021. Sin embargo, el Pentágono ha insistido en que dicha retirada depende del cumplimiento de los términos del acuerdo, algo que, según el jefe del Comando Central de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, el general Kenneth McKenzie, no se estaba produciendo hace apenas unos meses.
El grupo insurgente se comprometió a combatir el terrorismo en suelo afgano y a negociar un acuerdo de paz político con grupos rivales mediante pláticas que se iniciaron el 12 de septiembre.
Víctimas civiles
Sin embargo, la continuación de las hostilidades, que está causando un creciente número de víctimas civiles, ha socavado las posibilidades de alcanzar un acuerdo temprano en las pláticas entre los afganos.
Con información de VOA