El Gobierno italiano ha decidido: los ciudadanos deberán pasar las fiestas decembrinas entre confinamientos totales y parciales.
La resolución, adoptada este viernes por el primer ministro Giuseppe Conte, declara a Italia “zona roja” del 24 al 27 de diciembre y del 31 de diciembre al 3 de enero.
Durante esos días, los italianos deberán permanecer en sus casas y sólo podrán salir en caso de emergencias, para comprar alimentos o adquirir medicamentos.
Las empresas y comercios permanecerán cerrados, salvo aquellos que brinden servicios esenciales.
Entre el 28 y el 30 de diciembre, Italia se manejará como si el país se encontrase en “zona naranja”. Ello quiere decir que las restricciones serán parciales.
Las medidas generaron fricciones entre los integrantes de la coalición que constituye el Ejecutivo. Los rigoristas exigían mano dura, mientras que los aperturistas estaban a favor de una cuarentena flexible.
Apremiado por una pandemia que no da tregua, Giuseppe Conte se ha jugado la popularidad y optó por la línea rígida. Después de todo, su país acumula casi 68.000 fallecidos por el SARS-CoV-2.
Entre jueves y viernes, Italia reportó 17.992 nuevos contagios, demasiados como para que la nación europea se permita un relajamiento.