La Cámara Baja del Parlamento ruso aprobó, este miércoles, un polémico proyecto de ley que podría ser usado por el Kremlin para arremeter contra sus opositores.
La iniciativa contempla penas de cárcel para los ciudadanos que emitan opiniones contra el presidente Vladimir Putin o algún otro funcionario del Gobierno de Rusia.
Si esos comentarios son considerados difamatorios, sus autores podrían pasar meses e, incluso, años tras las rejas.
El texto, que ha sido remitido a la Cámara Alta, prevé penas de hasta dos años de cárcel para aquellos que publiquen sus comentarios en internet.
El castigo se extiende hasta los cinco años para los individuos que formulen opiniones en los medios de comunicación.