En su cruzada para contener el avance de la Covid-19, Francia ha decidido exigir pruebas PCR negativas a todos los viajeros que provengan de países distintos a los que conforman la Unión Europea (UE).
Esas personas también deberán cumplir con una cuarentena obligatoria, que deberá extenderse por, al menos, una semana.
La medida, anunciada este jueves por el primer ministro Jean Castex, amplía la restricción que, en principio, se asumió con Reino Unido. En diciembre pasado, esa nación comunicó el hallazgo, dentro de su territorio, de una nueva y muy contagiosa cepa del SARS-CoV-2.
Desde el 20 de diciembre – y luego de que 19 franceses se infectaran con esa variante – el gobierno galo tomó la decisión de cerrar sus fronteras aéreas y marítimas con los británicos.
Francia también aisló a tres pacientes que, según las autoridades, se contaminaron con la variante de Covid-19 procedente de Suráfrica.
La nación gala se aproxima, cada vez más, a los tres millones de pacientes contagiados con el nuevo coronavirus. Las muertes, entretanto, rozan las 70.000 personas.
Con tales números como telón de fondo, el Ejecutivo ha impuesto un toque de queda nacional que empezará a regir a las 6:00 pm del sábado, en la Francia peninsular.
Según lo informado por Jean Castex, el confinamiento total permanecerá vigente por espacio de 15 días.