Las expectativas por las vacunas y el efecto de los planes de estímulo llevaron al FMI a mejorar su previsión para el crecimiento global en 2021 a 5,5%, un incremento que también alcanza a Latinoamérica pero en un contexto marcado por una «excepcional incertidumbre».
El Fondo advirtió que existe una «excepcional incertidumbre» sobre estos pronósticos y que los gobiernos deben seguir dando apoyo para apuntalar a las economías, que pasan por la peor contracción en tiempos de paz desde la Gran Depresión de los años 1930.
En rueda de prensa, la economista jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, estimó que la crisis inducida por la pandemia va a restar al PIB global 22 billones de dólares entre 2020 y 2025.
En una actualización de su informe de «Perspectivas Económica Mundiales» (WEO, por su sigla en inglés) publicado en octubre, la entidad con sede en Washington, mejoró en 0,3 puntos porcentuales sus previsiones para la economía global y mantuvo sus cálculos para 2022, de una expansión de 4,2%.
Sin embargo, los economistas advirtieron que la recuperación es «incompleta» y «desigual».
El FMI proyectó que la economía de Estados Unidos se expandirá dos puntos porcentuales más de lo esperado en octubre, con un crecimiento del PIB de 5,5% en 2021, y China logrará un crecimiento de 8,1% este año.
«La mejora en las perspectivas es especialmente marcada en las economías avanzadas, un reflejo de los estímulos fiscales adicionales, especialmente en Estados Unidos y en Japón», indicó el FMI, que agregó que a esto se suma la expectativa de que haya una disponibilidad extendida de la vacuna antes de lo esperado.
Un indicador importante de esta mejora de las perspectivas es que los volúmenes del comercio global crecerán un 8% en 2021, según el FMI, para luego expandirse un 6% en 2022.
«Pese a que las recientes aprobaciones de vacunas generaron expectativas de cambio en el rumbo que toma la pandemia este año, las nuevas olas y las nuevas variantes del virus pueden afectar las perspectivas», advirtió el FMI.
Los economistas estimaron que la contracción de la economía global en 2020 fue de 3,5%, lejos de las previsiones más sombrías hechas en junio de una caída del PIB de 5,2% el año pasado.
«Aunque el colapso estimado para 2020 es menos extremo de lo que habíamos proyectado en octubre, esta crisis sigue siendo la peor contracción en tiempos de paz desde la Gran Depresión», explicó Gopinath.
Mejora para Latinoamérica y perspectivas sombrías para Europa
Para Latinoamérica, el FMI calcula un crecimiento de 4,1% este año, 0,5 puntos porcentuales más que los cálculos del anterior informe, un desempeño apuntalado por revisiones al alza de 0,8 puntos porcentuales en Brasil y en México, cuyas economías se expandirán 3,6% y 4,3%, respectivamente.
En cambio el FMI recortó sus previsiones de crecimiento para la zona euro en 1,0 punto porcentual a 4,2% por la actual ola de coronavirus que se cierne sobre el continente.
Italia es el país cuyo pronóstico quedó más maltrecho con un recorte de 2,2 puntos porcentuales para un crecimiento de 3%, seguido de España, donde el FMI rebajó sus previsiones en 1,3 puntos a 5,9%. Si se comparan las economías desarrolladas, Estados Unidos y Japón van a alcanzar el nivel previo a la crisis en la segunda mitad de 2021, mientras que la Zona Euro y Reino Unido tardarán hasta 2022 para llegar a ese punto.
Cicatrices de la crisis
La entidad reiteró su mensaje de que serán los países que mantengan el apoyo a la economía los que van a retomar antes la senda del crecimiento.
Esta advertencia se produce cuando el nuevo presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, intenta aprobar en el Congreso un masivo plan de alivio para su economía. Además, señaló que entre las cicatrices de esta crisis está el retroceso en la lucha contra la pobreza y estimó que cerca de 90 millones de personas podrían caer en la pobreza extrema entre 2020 y 2021.
El FMI hizo un llamado especial a fortalecer la cooperación multilateral, incluyendo un apoyo al fondo de vacunación COVAX, para que más países tengan acceso a la vacuna contra el covid-19, que ha dejado al menos 2,1 millones de muertos en el mundo.
Además abogó por mantener mecanismos de alivio de la deuda. Para el FMI, en el contexto de esta crisis, la reestructuración de la deuda de algunos países puede ser «inevitable».
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