La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el tribunal que fue creado para procesar a civiles, militares y guerrilleros vinculados al conflicto armado entre las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y los cuerpos de seguridad del país, imputó a ocho altos mandos del otrora grupo subversivo.
La decisión de la JEP, emitida por la magistrada Julieta Lemaitre, precisa que los ex insurgentes tuvieron participación en el secuestro de 21.396 personas, entre 1990 y 2016. La retención forzada, expuso la jurista, constituyó “un crimen de guerra”.
La jueza añadió que, una vez en poder de las FARC, las víctimas eran sometidas a “tratos crueles, atentados a la dignidad personal, violencia sexual y desplazamiento forzado”. Lemaitere agregó que, en ocasiones, la toma de rehenes podía culminar en torturas e, incluso, homicidios.
“Fueron crímenes de lesa humanidad cuando [las FARC] tuvieron la intención (…) de atacar de manera sistemática y generalizada a la población civil”, apuntó la magistrada.
Los ex guerrilleros imputados pertenecieron al Secretariado de las FARC, máximo órgano decisorio de la organización narcoterrorista.
Entre los ex comandantes se encuentra Fernando Londoño, ex candidato presidencial y jefe del Partido Comunes, la organización política que surgió tras la firma de los acuerdos de paz alcanzados en La Habana, Cuba, en 2016.