España terminó 2020 con más de medio millón de desempleados adicionales, debido a la pandemia del covid-19 y su dañino efecto sobre sectores clave como el turismo, aunque la destrucción de empleo se estabilizó a finales de año.
La cuarta economía de la zona euro contaba a finales de diciembre con 527.900 desempleados más que un año atrás, elevando el total a 3,79 millones, y con una tasa de paro del 16,13%, según los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esto supone un ligero descenso respecto al 16,26% registrado a finales del tercer trimestre, pero notablemente superior al 13,78% de diciembre de 2019.
Aun así, los datos son mejores de lo esperado por el gobierno de izquierdas de Pedro Sánchez, que pronosticaba una tasa del 17,1% para finales de 2020.
«El empleo continúa recuperándose (…) La tasa de paro se redujo mejorando las previsiones del gobierno y de todos los organismos públicos y privados», indicó la ministra de Economía, Nadia Calviño. Para ella, la evolución del mercado laboral es «positiva» y evidencia que «el impacto de la segunda y la tercera ola (del coronavirus) es mucho menor que el de la primera ola de la primavera» boreal, cuando los españoles estuvieron bajo un confinamiento severo.
Además del incremento de desempleados, el número de personas ocupadas cae en más de 622.000 personas, pasando de 19,9 a 19,3 millones en un país de 47,5 millones de habitantes.
La estadística de paro no contabiliza a las más de 750.000 personas incluidas todavía en los planes de desempleo parcial habilitados por el gobierno para evitar despidos masivos en los sectores más castigados por la pandemia, como el turismo o la restauración.
Empresarios piden ayudas
El secretario general del sindicato Comisiones Obreras (CCOO) atribuyó la «contención del paro» a este tipo de medidas. El ejecutivo alargó hasta finales de mayo la financiación pública de estos programas, que incluyen una cláusula para las empresas conforme a la cual no pueden despedir a trabajadores durante los seis meses posteriores a haber recibido estas ayudas.
En primavera, durante la peor fase del confinamiento, este dispositivo llegó a cubrir los salarios de 3,4 millones de trabajadores. Gracias a estos planes «se ha conseguido evitar que las cifras sean aún más dramáticas», indicó en un comunicado el sindicato UGT.
Aun así, advirtieron que «ha aumentado el paro entre los colectivos más vulnerables, como mujeres y mayores de 55 años, y que «el número de hogares con todos sus miembros en paro se dispara un 18% en 2020».
Desde la patronal CEOE, su vicepresidente Lorenzo Amor lamentó un «año pésimo para el empleo» y señaló que hay 350.000 trabajadores autónomos en cese de actividad. «Estamos destruyendo generadores de empleo. Se nos presenta un año 2021 con incertidumbre (…) Llega el momento de las ayudas directas» del gobierno a empresas, pidió en un vídeo en Twitter.
Su petición se suma a la lanzada la semana pasada por los profesionales del turismo, que reclamaron 5.000 millones de euros para salvar el sector.
Con una deuda y un déficit públicos disparados, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha apostado por ahora por financiar los planes de desempleo parciales y avalar líneas de crédito para empresas en dificultades.
La pandemia interrumpió el buen desarrollo de la economía española, que acumulaba años de crecimiento por encima de la media europea tras superar la dura crisis financiera estallada en 2008.
Según las previsiones del Fondo Monetario Internacional, España habría encajado la mayor caída del PIB en 2020 entre las economías occidentales(-12,8%). El país sufrió con dureza la pandemia del covid-19, con más de 57.000 fallecidos y más de 2,6 millones de casos confirmados.
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