Al menos seis personas, entre ellas tres niños, murieron el sábado en Siria en un atentado en Afrin, ciudad del norte controlada por las fuerzas turcas y sus aliados sirios, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
Los explosivos escondidos en un vehículo causaron la muerte de esos tres niños y otros tres adultos, explicó a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
El balance de muertos podría revisarse al alza debido a que hay también 29 heridos, algunos de ellos en estado crítico, precisó el jefe del Observatorio.
Las explosiones con coches bomba o los asesinatos selectivos en Siria sacuden regularmente las zonas controladas por el ejército turco y los rebeldes sirios aliados.
Situada en la provincia de Alepo, la región kurda de Afrin fue conquistada en marzo de 2018 por fuerzas turcas y los rebeldes sirios aliados, que expulsaron a la principal milicia kurda de las YPG, las Unidades de Protección del Pueblo.
Estos territorios son ahora objeto de disputas internas entre diferentes facciones rebeldes sirias.
Sin embargo, Ankara suele atribuir la responsabilidad de los atentados que afectan a estas regiones a los combatientes kurdos.
Iniciada en 2011, la guerra en Siria se ha complicado en los últimos años con la participación de potencias extranjeras y la aparición de grupos yihadistas.
El conflicto ha causado más de 387.000 muertos y lanzado al exilio a millones de personas.
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