Tras más de dos horas de reunión, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no emitió resolución alguna sobre el golpe de Estado que se registró en Birmania, este lunes, 1 de febrero.
La deliberación de urgencia, que fue convocada por Reino Unido y que se desarrolló a puerta cerrada por solicitud de China, culminó sin una declaración común, debido a las trabas puestas por los representantes de Pekín y por los miembros de la delegación rusa.
“China y Rusia han pedido más tiempo”, comentó un diplomático una vez finalizado el cónclave. Otro informante aseguró, a pesar de todo, aún se discute un proyecto de resolución.
El borrador de ese documento llegó a manos de periodistas de la agencia de noticias AFP. Según esos comunicadores, el texto que sería aprobado en los próximos días es lo más parecido a un saludo a la bandera.
El documento, precisaron, no hace referencia a sanciones puntuales ni al empleo de la fuerza multilateral. Sólo se limita a condenar “el golpe de Estado militar” y a exigir la “liberación inmediata” de las personas detenidas ilegalmente.
Después de la asonada, el Ejército depuso a la lideresa y Premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi.
“La Dama”, como se le conoce en Birmania, desempeñaba los cargos de consejera de Estado, ministra de Relaciones Exteriores y ministra de la Oficina de la Presidencia. Ello, sumado al hecho de ser la fundadora de la Liga Nacional por la Democracia (el partido de gobierno), le permitía dirigir su nación.
En consecuencia, Suu Kyi era la mano que manejaba los hilos del Ejecutivo birmano, presidido, de forma simbólica, por su coequipero Win Myint, quien también está detenido.