Venezuela, un país que registra más de 130.000 caos de Covid-19 y más de 1.200 muertes por la enfermedad, requiere un estimado de 40 millones de dosis de vacunas para inocular a toda su población y lograr la tan ansiada “inmunidad de rebaño”.
Pese a ello, durante este martes, Nicolás Maduro, titular del régimen que usurpa el poder en la nación caribeña, anunció que a la República Bolivariana llegarán, de momento, 100.000 antídotos del tipo Sputnik V, que serán proporcionadas por Rusia, uno de sus aliados más incondicionales.
Esos fármacos, dijo Maduro, serán aplicados al personal sanitario, a los profesores que imparten clases en escuelas y liceos públicos, y, sobre todo, a los miembros del Movimiento Somos Venezuela, el partido político de izquierda que se fundó por iniciativa del propio dictador y que lidera su ministra de Economía, Delcy Eloína Rodríguez.
“(Vamos a inmunizar) al Movimiento Somos Venezuela en pleno, para que el Movimiento Somos Venezuela, vacunado, vaya otra vez casa por casa, barrio por barrio, a las búsqueda y a la protección de las víctimas directas del bloqueo económico, de las sanciones criminales y de la agresión imperialista contra Venezuela”, indicó.
En su alocución de este 9 de febrero, Maduro no precisó si su régimen piensa importar más inoculantes ni si estos seguirán viniendo de Rusia. El dato pudo ser importante pues China, otro socio de la tiranía madurista, ha fabricado inmunizantes como el CoronaVac, que exhibe un alto porcentaje de efectividad contra el SARS-CoV-2.
Nicolás Maduro tampoco dejó claro qué pasará con los ciudadanos que no forman parte de los sectores por él priorizados o con las personas que, por sus creencias y filiaciones políticas, no integran el Movimiento Somos Venezuela.