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“Capitalismo salvaje”: El giro económico de Nicolás Maduro

Nicolás Maduro avanza hacia el “capitalismo salvaje”. Pese a ir en contravía con los principios de la “revolución” instaurada por Hugo Chávez, el tirano le ha dado paso a un muy tímido proceso de privatización.

 

Las empresas involucradas, que fueron expropiadas y que se encontraban administradas por funcionarios y trabajadores leales a la dictadura, han sido traspasadas a privados, que las operan como arrendadores o a través de licencias especiales.

 

A cambio, los inversionistas entregan al régimen un porcentaje de las ganancias obtenidas e, incluso, cierta cantidad de los productos por ellos fabricados.

 

El viraje hacia la privatización involucra plantas químicas, hoteles que habían sido confiscados, procesadoras de café y hasta silos de granos.

 

La vuelta en “u” ha sido descrita por Ramón Lobo, diputado a la Asamblea Nacional madurista y ex ministro de Finanzas del régimen, como un evento “positivo”.

 

“(Se trata) de la sincronización del sector público con el privado. El Estado actúa como supervisor y recibe una retribución”, comentó el parlamentario.

 

Por su parte, Rodrigo Agudo, presidente de la Red Alimentos de Venezuela, aseguró que la transición hacia la economía del capital es un proceso que se viene adelantando, tras bastidores, desde 2019.

 

Aquel año, aseguró Agudo, “(Maduro) dejó de recaudar impuestos sobre ciertas empresas, otorgó licencias de importación y convenció a funcionarios militares y otros a invertir dinero de orígenes desconocidos en empresas locales”.

 

El golpe de timón, que favorece principalmente a empresarios que tienen buenos vínculos con el régimen, es, para los analistas, la evidencia de que Nicolás Maduro intenta reflotar una economía que, desde 2017, se encuentra en hiperinflación y que, al cierre de 2020, acumuló siete años seguidos de contracción.

 

Aunque la tiranía asegura que ello es el resultado de las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, especialistas aseguran que la debacle es la consecuencia de una política que ha tenido como norte la ruina del aparato productivo, la sustitución de los productos locales por bienes importados y la destrucción de la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa), principal fuente de ingresos de la República Bolivariana.