Reportaje La Voz de América
Quien se esperaba fuera el nominado del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para el puesto de alto perfil en la Casa Blana indicó que tiene otros planes para su futuro cercano.
Nick Ayers, quien actualmente es el jefe de gabinete del vicepresidente Mike Pence, tuiteó su agradecimiento a Trump y Pence, pero dijo que dejará la administración por completo.
«Saldré a finales de año, pero trabajaré con el equipo de #MAGA para promover la causa», escribió Ayers, refiriéndose al eslogan de Trump Make America Great Again (MAGA).
Tras el rechazo de Ayers al puesto, los informes dicen que el presidente ahora está considerando al secretario del Tesoro Steve Mnuchin, al director de la Oficina de Administración y Presupuesto Mick Mulvaney, o al congresista republicano conservador Mark Meadows, como su nuevo jefe de gabinete.
Uno de ellos, o tal vez alguien más, reemplazaría a John Kelly como la persona que tradicionalmente controla el acceso a la Oficina Oval.
Trump anunció el sábado que Kelly se va a finales de mes.
«John Kelly se irá, no sé si puedo decir ‘que se retira’. Pero, es un gran tipo «, dijo Trump a los periodistas en la Casa Blanca.
El domingo, cuando le preguntaron si Kelly fue obligado a retirarse o si él renunció, el asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, le dijo a de Fox News «No sé para ser perfectamente honesto».
La inminente partida de Kelly no es ninguna sorpresa. Se había especulado durante meses, que la situación se había vuelto más intenso en los últimos días, que el exgeneral de la Marina pronto saldría en medio del deterioro en su relación con el presidente, que en sí nunca había sido calificada como demasiado cálida.
«Hubiera sido una mala elección para cualquiera. Se le encomendó esencialmente una misión imposible», dice el profesor David Cohen, un historiador presidencial de la Universidad de Akron en Ohio. «Trump nunca le dio las herramientas para tener éxito en el trabajo», se supone que el jefe de ganinete tenga para poder hablar en nombre del presidente y tener una autoridad sin restricciones para organizar la Casa Blanca e inculcar estabilidad y orden.
Aunque Trump tiene una reputación de tener una rotación de personal más alta que las administraciones anteriores, el tiempo total de Kelly de 16 meses en el trabajo no será inusualmente corto en esta posición de alto estrés donde dos años se considera una carrera decente. Priebus duró apenas seis meses.
Trump pronto tendrá su tercer jefe de gabinete en dos años, una tasa de rotación por la que él criticó duramente a su antecesor Barack Obama en enero de 2012.