Reportaje de La Voz de América
El exabogado personal del presidente Donald Trump, Michael Cohen, será sentenciado el miércoles por realizar pagos secretos a dos mujeres que dijeron haber tenido relaciones con el mandatario y por mentir al Congreso sobre los esfuerzos de su excliente durante la campaña electoral en 2016 para construir una torre Trump en Moscú.
Cohen, de 52 años, se declaró culpable en agosto de los cargos imputados por fiscales federales en Nueva York, incluyendo el pago de 130.000 dólares a la actriz de cine para adultos, Stormy Daniels, y por su ayuda para organizar un pago de 150.000 dólares a la ex modelo de Playboy, Karen McDougal.
Los pagos, que Trump ha negado, buscaban supuestamente silenciar a las mujeres de cara a las elecciones presidenciales en las que finalmente resultó electo en noviembre de 2016.
Cohen también admitió un fraude fiscal y bancario no relacionado. Se enfrenta a una sentencia por un cargo separado de mentir al Congreso presentado por el Fiscal Especial Robert Mueller, quien está investigando una posible coordinación entre la campaña de Trump y Rusia. Cohen se declaró también culpable de ese cargo el mes pasado.
Incluso admitió que estuvo en contacto desde 2015 con un ruso que ofreció «sinergia política» con la campaña electoral de Trump, según reveló la investigación que lidera Mueller.
La eventual sentencia que emitirá el juez William Pauley, del distrito de Manhattan, será a un abogado fiel que alguna vez dijo que «recibió una bala» por Trump, hasta convertirse en las útlimas semanas en confesor y cooperante de la fiscalía, con lo que ha implicado directamente al presidente en una conducta criminal.
Trump ha negado cualquier colusión con Rusia y ha acusado al equipo de Mueller de presionar a sus antiguos asesores para que mientan sobre él, su campaña y sus negocios. Rusia ha negado las acusaciones de Estados Unidos de interferir en la elección para ayudar a Trump.
Tanto los fiscales como Cohen dicen que los pagos secretos que ha confesado el exabogado de Trump violaron las leyes de financiamiento de campañas y fueron dirigidos por el propio mandatario para encubrir supuestos amoríos que habrían tenido lugar entre 2006 y 2007.
La ley federal exige que la contribución de «cualquier cosa de valor» a una campaña debe ser revelada, y una donación individual no puede exceder de 2.700 dólares.
Trump dijo el lunes en su cuenta en Twitter que los pagos fueron una «transacción privada simple» que no violaba la ley.