Reportaje de La Voz de América
Una niña guatemalteca de 7 años que entró a Estados Unidos de manera ilegal con su padre la semana pasada murió poco después de ser detenida por agentes de la Patrulla Fronteriza, confirmaron el viernes funcionarios de la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
El diario The Washington Post había informado el jueves que la niña falleció por deshidratación y shock más de ocho horas después de que los agentes la arrestaron cerca de Lordsburg, Nuevo México. Viajaba junto a grupo de 163 personas que se entregaron a los agentes el 6 de diciembre.
Las autoridades fronterizas dijeron el viernes que la menor tenía fiebre y vómitos y que no había tomado agua ni alimentos por días. Fue atendida por paramédicos. Su salud se agravó por fiebre y convulsiones. Ante la gravedad fue trasladada a vía aérea a un centro asistencial en Texas el 7 de diciembre y murió al día siguiente.
Su padre, dijeron las autoridades, había sido trasladado al centro médico por vía terrestre para acompañar a la menor y consultado por los agentes para conocer los detalles de la situación que terminó con la vida de la pequeña.
A la menor le será practicada una autopsia para determinar la causa de su muerte.
La jefa del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kirstjen Nielsen, confirmó el fallecimiento de la niña y dijo que la menor recibió «atención inmediata».
«Es desgarrador, es lo que es, y mi corazón y de todo el DHS está con toda la familia. Este es solo un ejemplo muy triste de los peligros de este viaje», dijo Nielsen en una entrevista con Fox News Channel.
La Voz de América conoció que miembros demócratas del Senado y la Cámara de Representantes estadounidenses tienen previsto visitar entre viernes y sábado varios centros de detención donde permanecen los migrantes que buscan ser procesados para obtener asilo.
El grupo lo conforman los senadores Jeff Merkley, Tina Smith, Mazie Hirono y los representantes Judy Chu y Beto O’Rourke. Buscan conocer acerca del trato que reciben las familias y los niños bajo custodia.
Los centros que serán visitados en cuestión son: el Centro Residencial Familiar del Sur de Texas, el Centro Residencial de Karnes y Centro de Detención Infantil de Tornillo.
Guatemala indetifica a la menor
La agencia Associated Press identificó a la niña que murió en el hospital en Texas como Jackeline Caal y a su padre como Nery Caal, de 29 años. Ambos originarios de una comunidad indígena de Alta Verapaz, en el norte de Guatemala. La información fue entregada por una funcionaria de la cancillería guatemalteca que no se identificó.
El cónsul de Guatemala en Del Rio, Texas, Tekandi Paniagua, dijo a la cadena CNN en Español el viernes que había conversado con el padre de la menor y que estaba «devastado».
«Desafortunadamente, los puntos en los que cruzan los migrantes ahora son más peligrosos y las distancias que recorren son más largas, lo que los hace enfrentar un peligro mayor debido al hecho de que no disponen de recursos como comida y agua, por no hablar de viajar con un niño de siete años quien es altamente vulnerable en una trayectoria tan complicada como la de los lugares donde cruza a los Estados Unidos», dijo Paniagua.
Procesar a 163 inmigrantes en una noche habría representado un reto para la agencia, cuyas instalaciones de detención son temporales y no cuentan con la capacidad de albergar a tantas personas.
Cuando un agente de la Patrulla Fronteriza realiza un arresto, esa persona es procesada en una instalación, pero por lo general no pasa más de 72 horas detenida antes de ser transferida al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus iniciales en inglés) o, si es de nacionalidad mexicana, es deportada a su país.
Los nombres de la niña y su padre no fueron revelados. La agencia, que normalmente proporciona alimentos y agua a los migrantes bajo su custodia, está investigando el incidente para asegurarse de que se hayan seguido las políticas apropiadas, dijo el Post.
La Patrulla Fronteriza ha visto un incremento en los grandes grupos de migrantes, muchos de ellos con niños pequeños, que se entregan a las autoridades. La mayoría son de origen centroamericano y señalan que huyen de la violencia. En lugar de intentar evadir a las autoridades, se entregan con planes de solicitar asilo.
Inmigrantes, abogados y activistas desde hace tiempo han presentado denuncias sobre las condiciones de las celdas de detención de la Patrulla Fronteriza. En Tucson, una demanda en curso afirma que las celdas son inmundas, sumamente frías y carecen de elementos básicos, como cobijas.
Previamente un bebé murió poco después de ser liberado de un centro de detención familiar del ICE en Texas.
Una corte federal de apelaciones bloqueó temporalmente una medida del presidente Donald Trump, que buscaría rechazar la solicitud de asilo a las personas que crucen ilegalmente la frontera.
Cynthia Pompa, directora de defensa del Centro de Derechos Fronterizos de la Unión Americana de Libertades Civiles, dijo que las muertes de migrantes aumentaron el año pasado a pesar de que se registró un descenso en el número de cruces fronterizos.
«Esta tragedia representa el peor resultado posible cuando las personas, niños incluidos, son sujetos a condiciones inhumanas. La falta de responsabilidad, y una cultura de crueldad dentro de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza han exacerbado las políticas que llevan a los migrantes a la muerte», dijo Pompa.