El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, condenó los abusos a los Derechos Humanos que se propician en Venezuela, Nicaragua, Cuba, Irán y pidió por la liberación de Alexei Nalvany, preso político de Rusia en la celebración del periodo 46 del Consejo de DDHH de la Organización de Naciones Unidas.
Desde Washington, el secretario utilizó su intervención en el foro para condenar las violaciones sistemáticas de potencias como China o Rusia y aseguró que seguirán denunciando los abusos de derechos fundamentales en países como Venezuela, Nicaragua, Cuba e Irán.
Asimismo, Blinken anunció buscará una banca en el Consejo de Derechos Humanos de las ONU lo que marca el final de la política de la “silla vacía” de los años Trump.
«Tengo el placer de anunciarles que Estados Unidos buscará una banca en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para el mandato 2022-2024. Pedimos humildemente el apoyo de todos los miembros de la ONU en nuestro deseo de tener una banca en esta institución», informó por videoconferencia ante el Consejo.
En junio 2018, la administración Trump había anunciado con bombos y platillos que abandonaba la institución con sede en Ginebra y el máximo órgano de la ONU encargado de la defensa de los derechos humanos, acusándola de hipocresía y persecución a Israel.
«Estados Unidos sitúa la democracia y los derechos humanos en el centro de su política exterior, porque son indispensables para la paz y la estabilidad», dijo Blinken. «Este compromiso tiene sus raíces en nuestra propia experiencia de una democracia imperfecta y a menudo por debajo de sus propios ideales, pero siempre tratando de convertirse en un país más unido, respetuoso y libre», prometió.
Con información de AFP