Tribunal francés declaró culpable al ex presidente de ese país, Nicolas Sarkozy, por cargos corrupción y tráfico de influencias y le condena a tres años de cárcel, uno de ellos firme.
Sarkozy es sospechoso de haber intentado corromper, junto con Herzog, a Azibert, cuando éste era juez del Tribunal Supremo.
Según la acusación, el exmandatario buscaba obtener informaciones cubiertas por el secreto profesional e influir en las diligencias abiertas ante la alta jurisdicción relacionada con el denominado caso Bettencourt, sobreseído a finales de 2013.
A cambio, habría ofrecido a Azibert su ayuda para obtener un puesto de prestigio al que éste aspiraba en Mónaco, aunque nunca lo obtuvo.
Sarkozy, que se retiró de la política en 2016, rechaza las acusaciones y ante el tribunal afirmó que «nunca cometió el más mínimo acto de corrupción».
Este juicio es inédito ya que Sarkozy, de 66 años, es el primer expresidente de Francia desde la instauración de la Quinta República (1958) en sentarse físicamente en el banquillo de los acusados.
Antes de él, solo Jacques Chirac, su antecesor y mentor político, fue juzgado y condenado por malversación de fondos públicos cometida cuando era alcalde de París, pero debido a problemas de salud nunca compareció ante la corte.
Esta decisión de justicia será crucial para Nicolas Sarkozy que se enfrenta a un segundo juicio el 17 de marzo en el caso «Bygmalion», relativo a los gastos de su campaña presidencial de 2012.
Con información de AFP