El Comisionado para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos de la Organización de Estados Americanos (OEA), David Smolansky, en entrevista con el periodista Carlos Acosta, recordó este miércoles que debe haber un apoyo hacia los migrantes venezolanos desplazados en latinoamericana, tanto por parte de las autoridades de la región como de la sociedad.
Smolansky advirtie que mientras se prolongue la crisis generada en Venezuela por el dictador Nicolás Maduro, aumentarán en simultaneo los casos de xenofobia. Asimismo, recuerda que hasta la fecha al menos 5.5 millones de personas se han visto obligadas a abandonar la nación caribeña, lo que coincide con la proyección del Comisionado para este año que prevé que para este 2021 esa cifra aumente a 6 millones.
Ante el problema, señaló que la Oficina para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos de la OEA se encuentran en constantes reuniones con los países receptores de desplazados, agencias internacionales y distintas organizaciones no gubernamentales para orientar a los afectados en la situación que se encuentren.
Smolansky reitera que debe haber un esfuerzo no solo por parte de las autoridades, sino también de la sociedad latinoamericana. «La gran mayoría quiere trabajar, comer y estudiar de forma legal», comenta. También, explica que si los gobiernos del hemisferio otorgaran un amparo a los migrantes, «sus territorios de beneficiarían del trabajo de los venezolanos».
Sobre el Estatuto de Protección Temporal para los Migrantes venezolanos, decretado el presidente de Colombia, Iván Duque, proyecta con el pasos de los años una mejora un repunte en la economía de ese país.
Ante la celebración de elecciones en Perú, Ecuador y Chile, naciones que acogen alrededor de dos millones de desplazados, el Comisionado rechazó el uso de la crisis migratoria venezolana como motivación política por parte de los dirigentes del hemisferio.
«No vamos a permitir que estos candidatos tengan una cruzada contra los venezolanos que han huido de la dictadura», sentencia y asegura que no permitirán ninguna expresión que atente contra la integridad de sus connacionales refugiados en el hemisferio.