El gobierno británico rechazó este jueves las acusaciones de Bruselas y aseguró que no ha infringido su acuerdo con la Unión Europea (UE) al prorrogar unilateralmente una medida específica para Irlanda del Norte, donde crece la tensión por el nuevo estatuto impuesto tras el Brexit.
El conocido como «protocolo norirlandés» establece un estatuto especial, negociado entre Londres y Bruselas para Irlanda del Norte en el marco del acuerdo de Brexit, que buscaba evitar el regreso de una frontera física entre esa provincia británica y la República de Irlanda, país miembro de la UE.
No obstante, para ello introduce controles aduaneros a los productos agroalimentarios que llegan a Irlanda del Norte, procedentes de la isla de Gran Bretaña, en aplicación desde el 1 de enero cuando el Reino Unido abandonó definitivamente el mercado único y la unión aduanera europea.
Tensión entre los unionistas norirlandeses
En una carta al primer ministro Boris Johnson, los paramilitares unionistas agrupados en el Loyalist Communities Council (LCC) anunciaron que «retiran su apoyo al Acuerdo de Belfast y a sus instituciones hasta que se restablezcan nuestros derechos en virtud de dicho acuerdo», firmado el Viernes Santo de 1998 en la capital norirlandes.
Su anuncio refleja sin embargo el impacto del Brexit en el delicado equilibrio de la paz en esa provincia británica.
Desde principios de año la aplicación de nuevos controles ha dificultando además el abastecimiento de comercios, principalmente supermercados, en Irlanda del Norte.
Creciente tensión en dos frentes
En febrero los controles fueron suspendidos a raíz de la aparición de mensajes de amenaza contra los agentes de aduanas que los realizan.
Y el jueves la prensa local informó de la aparición de pintadas en un barrio unionista de Belfast mencionando el nombre y la dirección del ministro del Gabinete británico Michael Gove, que hasta el 1 de marzo estaba encargado de este candente asunto.
Junto a la pintada, una advertencia que recuerda a los sangrientos años del conflicto que se cobró más de 3.500 vidas: «no olvidamos, no perdonamos».
Paralelamente, la tensión se disparó también entre Bruselas y Londres cuando este último decidió unilateralmente el miércoles prorrogar seis meses, hasta el 1 de octubre, la suspensión de los controles aduaneros entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
La UE denunció una «violación» del acuerdo de Brexit y advirtió que responderá «con los medios legales» previstos.
Con información de AFP