«Irak siempre estará conmigo, en mi corazón», dijo este domingo el papa Francisco, al concluir una misa en el estadio de Erbil, la última etapa de su viaje de tres días en este país asolado por las guerras y la pobreza.
«He oído voces de dolor y de angustia, pero también voces de esperanza y de consuelo», afirmó el pontífice ante miles de fieles. «Ahora se acerca el momento de volver a Roma. Pero Irak siempre estará conmigo, en mi corazón», agregó, antes de bendecir en árabe bajo el ululeo de la multitud.