George Floyd, Selwyn Jones, está preocupado por el juicio que comienza este lunes del policía acusado de su asesinato, porque duda de un sistema legal que históricamente ha sido clemente con las fuerzas del orden.
«Quiero que prevalezca la justicia», dice Jones, tío materno de Floyd.
Floyd murió asfixiado bajo la rodilla del agente de Minneapolis Derek Chauvin. Su muerte desató indignadas protestas en todo el mundo.
Chauvin, que apretó su rodilla contra el cuello de un inmovilizado Floyd durante casi nueve minutos el 25 de mayo de 2020, se enfrenta a cargos de asesinato y homicidio involuntario en el juicio en un tribunal de distrito del condado de Hennepin, donde la selección del jurado comienza el lunes.
Chauvin es «tan culpable como se puede ser».
«Obviamente, quiero una condena», dijo Jones a la AFP. Pero asegura que le preocupa «el sistema».
Jones, de 55 años, espera poder asistir al juicio, pero las restricciones de distanciamiento social impuestas para enfrentar la COVID-19, solo permiten que un miembro de la familia asista a la vez.
Para él, el vídeo del fatídico episodio, que fue filmado por un transeúnte y visto por millones de personas en todo el mundo, no deja lugar a dudas:
Cuando Jones vio por primera vez el vídeo en la televisión, no sabía quién era el hombre que yacía boca abajo, sofocado por la rodilla de un policía. «Maldita sea», cuenta que pensó en ese momento, «¡eso lo va a matar!».
Pero luego su hermana, angustiada, lo llamó para darle la noticia. Fue como si alguien «me hubiera metido las manos en el pecho y me hubiera arrancado el corazón», dice.
Dijo que nunca podría olvidar las imágenes de su sobrino jadeando y suplicando por su vida.
En cuanto a Chauvin, señaló que «actuó como si no hubiera nadie a su alrededor», incluso mientras una multitud reunida le imploraba que dejara respirar a Floyd.
«Manipular el sistema»
A pesar de lo impactante del vídeo, Jones no es optimista sobre el resultado del juicio, que se espera que dure varias semanas.
Para él, los «tecnicismos» -incluidas las leyes que otorgan a los agentes de policía una considerable inmunidad legal- pueden utilizarse «para manipular el sistema a su manera».
«Se han visto cosas así a lo largo del tiempo, y nunca han funcionado como deberían», comentó.
Con información de AFP