Seis monjas murieron tras un brote de COVID-19 en el convento Congregación Teresita del Niño en el sector Laureles, centro occidente de Medellín, donde en total se contagiaron 32 personas.
“Tuvimos un brote, lamentablemente en un convento; pero de las que estaban vacunadas, ninguna terminó ni siquiera en cuidados intensivos. Entonces la vacuna sí funciona, sí es importante y por lo mismo hay que priorizar a las personas mayores, que son las que tienen mayor riesgo”, indicó el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle.
En el sitio solo siete religiosas estaban vacunadas. Seis miembros del personal de asistencia también se contagiaron, y por ahora once personas están siendo atendidas en centros médicos.
El mandatario local explicó que quienes se murieron no estaban vacunadas porque no eran mayores de 80 años de edad o porque no quisieron vacunarse.