El cierre de las escuelas para tratar de frenar la propagación de la COVID-19 afectó los programas de alimentación escolar que benefician a unos 85 millones de niños en Latinoamérica, según un informe de la organización internacional Educo divulgado este jueves en El Salvador.
El documento señala que entre los beneficiarios de estos programas se encuentran 10 millones de niños de «familias vulnerables», para quienes «la comida escolar es la principal fuente de seguridad alimentaria y nutricional».
Educo advierte en el estudio, titulado «COVID-19: Impacto de la pandemia y sus secuelas en la educación», que este número de niños que dependen del alimento escolar «puede aumentar por las consecuencias económicas de la pandemia».
Destaca que los Gobiernos de la región «han puesto en marcha mecanismos para asegurar la continuidad de los servicios» con la entrega de bolsas con alimentos, transferencias de dinero o vales canjeables por alimentos, además de desplegar «esfuerzos para ofrecer clases a través de la televisión y el internet».
Sin embargo, la entidad destacó que «las medidas han sido insuficientes para alcanzar amplios sectores de población vulnerables que, a falta de conectividad y herramientas adecuadas, no se han beneficiado de la enseñanza a distancia».
«La brecha digital ha sido determinante en la exclusión del alumnado con menos recursos».
Señala que en Latinoamérica «la mitad de los escolares de 3 a 17 años no tiene acceso a internet en casa y hay grandes diferencias de acceso por clase social».