El «Charleston loophole» o el vació legal de Charleston, es conocido como el tiempo máximo para revisar los antecedentes de un comprador de arma (tres días), pero si pasado ese plazo no se ha podido comprobar el historial, el vendedor tiene libertad para entregarle el arma.
En la mayoría de los casos, el vendedor solo tarda minutos en comprobar si el historial de una persona permite que adquiera un arma. Pero son los casos en los que la revisión se retrasa los que permiten que estas caigan en manos de individuos que ya han cometido delitos y que, en algunos casos, vuelven a hacerlo poco después de esa compra, informó Univisión.
Un análisis de la organización Everytown for Gun Safety arrojó que solo en marzo de 2020, en plena explosión de la pandemia del coronavirus, se dieron unos 35,000 casos de vacío legal de Charleston. Al menos 523 de esas armas fueron a parar a personas con antecedentes, el 25% de ellas maltratadores domésticos.
Soluciones ante los vacíos legales en la venta de armas:
- Una ley aprobada por la Cámara de Representantes para ampliar de 3 a 10 el plazo en que una persona no puede adquirir su arma sin el resultado de la revisión de antecedentes. Dicho registro lo tendría el FBI.
- La ley aunque es aprobada por la Cámara faltaría por el Senado, donde el partido de BIden debería convencer al menos d10 republicanos indicando que la «Background Checks Act» endurece los requisitos para las transferencias de armas al establecer que siempre haya un profesional con licencia que lleve a cabo la revisión de antecedentes.
- Propuesta de activistas por el control de las armas de fuego, como el Center for American Progress (CAP), de que no solo se le de al FBI más tiempo para completar la revisión sino que el Congreso legisle para que nadie pueda obtener una pistola o rifle hasta que se haya completado el análisis, tarde lo que tarde.