En Nashville, Tennessee, una mujer de 29 años forma parte de las seis casos de trombosis reportados como consecuencia de la inyección contra el COVID-19 de la farmacéutica Johnson&Johnson.
En exclusiva para la cadena NBC, la afectada, quien pidió no se revelará su identidad contó que recibió la monodosis de J&J el pasado 19 de marzo en un hospital de Nashville. Tras la inoculación, experimentó algunos síntomas usuales y fiebre. Luego de una semana acudió a la sala de emergencias por «temblores incontrolables», algunos problemas para respirar y un cuadro febril que persistió, según lo relatado, por al menos dos días.
«Desde entonces, he tenido algunos síntomas extraños que podrían haber sido atribuidos a una infección viral, principalmente un dolor de cabeza que persistió durante dos semanas, y algo de dolor e hinchazón en las piernas», detalló durante una entrevista telefónica desde su cuarto de hospitalización. «Y luego también algunos moretones al azar que aparecerían por todo mi cuerpo», agregó.
Cuando se dirigió a la sala de emergencias la semana después de la inyección, dijo que los médicos no encontraron nada extraño en su análisis de sangre o algo que, en ese momento, sugiriera coagulación o plaquetas bajas todavía por lo que retornó a su casa y continuó «empeoranda» durante la semana siguiente.
«Y luego, cuando volví a la sala de emergencias, fue porque mi pierna estaba tan hinchada que no podía caminar, así que en ese momento encontraron la TVP o los coágulos en mis piernas», dijo. «He estado en el hospital durante una semana y estuve en la UCI hasta el domingo», añadió.
Preguntada si en ese momento había algún indicio por parte de los médicos de que lo que estaba experimentando se debía a la vacuna que recibió, la mujer dijo que estaban manteniendo la mente abierta y que había algunas opciones sobre la mesa.
La mujer dijo que no tenía afecciones preexistentes ni antecedentes familiares de coagulación. «Lo único que está potencialmente correlacionado es que estaba tomando un método anticonceptivo basado en estrógenos», compartió.
Su pronóstico en este momento es que tiene un riesgo muy bajo de accidente cerebrovascular (ACV) y se continúa monitoreando. Ella compartió que ahora es un goteo intravenoso anticoagulante, y hasta ahora sus exámenes de laboratorio continúan «mejorando muy bien en los últimos días».
Todavía no está segura de los problemas a largo plazo, lo que indica que podría haber conversaciones sobre un riesgo potencialmente mayor de coágulos si intenta quedar embarazada más adelante en la vida.
«Creo que todo esto es todavía realmente nuevo, por lo que todavía no tenemos las respuestas», dijo. Cuando se le preguntó si lamentaba haber recibido la vacuna, aclaró: «No, absolutamente no. Sin arrepentimientos». Y añadió: «Creo que por eso lo llaman práctica médica, siempre estamos practicando y aprendiendo», sentenció. «Estoy agradecido de ser joven y saludable por lo demás, y espero que podamos superar esto sin problemas(…). Solo quiero ser clara, las vacunas son buenas y salvan vidas», añadió.
La paciente espera que la gente continúe vacunándose. «Y no estoy aquí para decirle a la gente que no lo haga, de hecho, exhortaría a la gente a que se vacune de forma segura. Quiero decir, especialmente con esto, fue una emergencia. Obviamente, hemos estado lidiando con una emergencia, por lo que es imposible prever que algo así suceda».
Por último, manifestó que está ansiosa por que otras mujeres jóvenes sepan cuáles son los efectos secundarios a tener en cuenta expresó que espera que otras mujeres busquen ayuda antes si tienen alguno de los mismos síntomas.
Con información de NBC News