Este martes los maestros en Venezuela celebrarían su día, como lo reza la ley y la tradición desde los tiempos de Isaias Medina Angarita. Sin embargo, la realidad de los docentes en el país, es otra. En la actualidad las protestas por salarios justos y reivindicaciones laborales se ven en cada esquina. Los problemas de infraestructura escolar, inseguridad, problemas de escasez en el servicio de agua y de electricidad en varios estados de Venezuela, aunado a la alta cifra de deserción escolar, no deja mucho que celebrar este 15 de enero.
Sólo este lunes docentes y personal obrero y administrativo de las escuelas de Fe y Alegria, volvieron a manifestar en la ciudad de Caracas. La pasada semana se vivía una escena similar en los Estados Táchira y Mérida. Una situación que se ha vuelto el pan nuestro de cada día.
Un maestro gana entre un salario mínimo y un poco más. Los salarios no están ajustados a la realidad que vive la economía venezolana, y muy a pesar de ser los docentes los hacedores del futuro del país, el Ministerio de Educación se resiste a dar respuesta a sus solicitudes.