Reportaje de La Voz de América
La disputa política entre el presidente republicano Donald Trump y los demócratas se ha intensificado en las últimas horas y tomado un matiz amargo en medio del cierre parcial del gobierno de Estados Unidos que el viernes llega a su vigésimo octavo día y amenaza con alcanzar su quinta semana.
El estancamiento en las negociaciones para llegar a un acuerdo que ponga fin al cierre que tiene paralizadas a varias agencias federales y sin salario a unos 800.000 empleados parece no tener un fin a la vista.
No parece haber un plan para destrabar la discusión sobre fondos para la construcción del muro fronterizo que prometió Donald Trump durante su campaña en 2016 para hacer frente a la imigración ilegal y a las drogas. Los demócratas se oponen firmemente.
El gobierno ha estado parcialmente cerrado desde el 22 de diciembre. El presidente Trump quiere 5.700 millones dólares para financiar un muro.
El más reciente encontronazo político ocurrió el jueves, cuando Trump negó a la presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, que realizara un viaje previsto a Afganistán y Bruselas usando avión militar.
«Debido al cierre, lamento informarle que su viaje a Bruselas, Egipto y Afganistán se ha pospuesto», dijo Trump en una carta, en la que catalogó la visita como un «evento de relaciones públicas».
De paso, le dijo que si quería viajar podía hacerlo en un vuelo «comercial»: «Esa sería su prerrogativa», expresó Trump.
La acción sigue a la carta enviada el miércoles por Pelosi a Trump, en la que lo insta a posponer la fecha del Discurso de la Unión, alegando que nunca se ofreció en medio de un cierre parcial del gobierno como el que está en curso.
El puesto de Pelosi es el tercero de mayor rango en el país. La persona que lidera la Cámara de Representantes suele normalmente usar un avión militar para viajes al extranjero. Trump pareció actuar como comandante en jefe.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo que Trump quería a Pelosi en Washington: «El presidente quiere que ella esté aquí para negociar».
La disputa en Washington es claramente más aguda, lo que se muestra en que incluso el senador republicano Lindsey Graham, aliado de Trump, salió al paso el jueves a mabos en su cuenta en Twitter. Dijo que la acción de Pelosi era «descaradamente política» pero agregó que la decisión del presidente de negar el avión a Pelosi que catalogó de «inapropiada».
Durante la semana, un pequeño grupo de republicanos del Senado buscó sin éxito apoyo para un plan para instar a Trump a que acepte un proyecto de ley de financiamiento a corto plazo a cambio de negociaciones sobre la seguridad de la frontera.
Algunas medidas recientes buscan minimizar el impacto del prolongado cierre.