Reportaje La Voz de América
El presidente Donald Trump ofreció a los demócratas en el Congreso una propuesta en materia de inmigración a cambio de los fondos para un muro fronterizo y así acabar con el cierre parcial de gobierno más largo de la historia de EE.UU. de «inmediato» que este sábado cumple 29 días.
En un discurso de aproximadamente 10 minutos desde la Casa Blanca, Trump afirmó que su plan es un «compromiso de sentido común que ambas partes deberían considerar», y una oportunidad para la «verdadera reforma de inmigración bipartidista».
«Nuestro sistema migratorio debería ser objeto de orgullo, no fuente de vergüenza», indicó Trump.
En su propuesta Trump continuó exigiendo 5.700 millones de dólares para el muro en la frontera con México. A cambio, prometió extender el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia o DACA, por su siglas en inglés, y el Estatus de Protección Temporal o TPS, por sus siglas en inglés, por al menos otros tres años.
Esta extensión beneficiaría a uno 700,000 inmigrantes beneficiados con DACA y a otros 300,000 con TPS, indicó el presidente.
Todavía existen apelaciones pendientes en la Corte Suprema de Justicia de EE.UU. sobre la decisión que el gobierno de Trump tomó en 2017 de dejar sin efecto DACA, intensión que fue bloqueada por tribunales menores.
Además de esta concesión, la propuesta incluye: $800 millones de dólares en ayuda humanitaria, $805 millones de dólares en tecnología para detección de droga, 2.750 nuevos agentes fronterizos y funcionarios de las fuerzas de seguridad y 75 nuevos equipos de jueces migratorios.
“Nuestro plan incluye medidas críticas para proteger a niños migrantes de la explotación y abuso”, afirmó Trump, agregando que propone un nuevo sistema para permitirle a menores centroamericanos aplicar por asilo en su país.
A pesar de que en la propuesta se incluye 5.700 millones de dólares para la construcción de una «barrera de acero» en la frontera sur de EE.UU., el presidente explicó que no será de punta a punta, sino que agregará 230 millas de barrera física «en puntos estratégicos».
El presidente estadounidense explicó que este plan «es en respuesta a mis reuniones con las fuerzas del orden en la frontera».
«Ese es nuestro plan: seguridad fronteriza, DACA, TPS, y muchas otras cosas. Directo, justo, razonable y de sentido común con muchos compromisos», afirmó el presidente.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, señaló minutos antes de la intervención de Trump, que su partido no aceptaría ningún acuerdo que supusiera algo sobre alguna barrera a cambio de soluciones temporales para los inmigrantes.
Aseguró que no era un punto de partida para dar inicio a las negociaciones.
«Los demócratas estábamos esperanzados de que el presidente finalmente estaba dispuesto a reabrir el gobierno y proceder con la tan necesaria discusión sobre seguridad», indica Pelosi.
Recordó que parte de estas propuestas hechas por el presidente ya habían sido rechazas anteriormente por los demócratas y algunas de las propuestas que ellos habían hecho, como la inversión en infraestructura en los puntos fronterizos de entrada.
Explicó que la semana que viene, los demócratas presentarán seis proyectos de ley previamente aprobados por los negociadores del Senado, la Cámara y otros legisladores para abrir el gobierno y continuar las negociaciones.
«El presidente debe firmar estas leyes para reabrir el gobierno inmediatamente y dejar de mantener al pueblo estadounidense como rehén con este cierre de gobierno sin sentido», indica el comunicado.
De acuerdo a las agencias de noticias, el vicepresidente Mike Pence, el jefe de personal de la Casa Blanca Mick Mulvaney y Jared Kushner, yerno del presidente y alto asesor de la Casa Blanca, han sido factores claves para la elaboración del acuerdo.
Por los demócratas, desde un principio de la disputa, han negociado la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer.
El estancamiento en las negociaciones para llegar a un acuerdo que ponga fin al cierre comenzaron el 22 de diciembre del año pasado y tiene paralizadas a varias agencias federales y sin salario a unos 800.000 empleados.
El presidente explicó que este plan será presentado la próxima semana al Congreso por el líder de la mayoría del Senado, el republicano Mitch McConnell, pero admitió que no representaba una solución a largo plazo.
«Este plan resuelve la crisis inmediata, y es una horrible crisis», indicó, y es por ello que se comprometió a, una vez reabierto el gobierno, tener reuniones bipartidistas semanales en la Casa Blanca para buscar una solución más completa.