Aunque desean votar el 4 de mayo, muchos madrileños se muestran hastiados de la fuerte polarización que se ha instalado entre derecha e izquierda en la campaña regional, sin que los políticos aborden «los problemas reales» de la gente.
«Da bastante pena y bastante lástima, porque creo que llevamos una campaña en la que no se ha hablado de los problemas reales que tenemos los madrileños», lamentó Javier Carretero, de 33 años y analista de datos en una empresa, quien subrayó que es «necesario» ir a votar, aunque no sea obligatorio.
«Comunismo o libertad», acuñó como eslogan de campaña la derecha, dirigida por la presidenta regional madrileña Isabel Díaz Ayuso, que según las encuestas ganaría los comicios, aunque probablemente necesite de la ultraderecha para volver a gobernar la región más rica del país.
«Fascismo o democracia», respondieron los partidos de izquierda, sobre todo después de que varios de sus políticos recibieran cartas amenazantes que contenían balas, lo que tensó aún más una campaña marcada por mitines con fuertes recriminaciones cruzadas.
Incluso el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, sentenció sobre las elecciones: «No se trata de Madrid, se trata de nuestra democracia».
«La derecha está haciendo un circo» para que el Partido Popular (PP, conservadores) se mantenga en el poder, respaldado por la ultraderecha de Vox, estimó Antonio Cárdenas, de 47 años, quien salía de trabajar de una farmacia en el barrio de Arganzuela, en el sur de la capital.
Y los partidos de izquierda, socialistas, Podemos (izquierda radical) y su escisión Más Madrid, están «aprovechando el tirón de la violencia y polarización» para buscar apoyos, dijo Cárdenas.
– «Rojo» o «facha» –
Las formaciones «acaban haciendo una división de la ciudadanía, de que el que vota a partidos de izquierdas, es un ‘rojo’, y el que vota a partidos de derechas, es un ‘facha'», resumió Daniel Zapata, de 25 años y administrador de un restaurante.
Las principales preocupaciones para Javier Carretero, ausentes en el debate, son los precios inaccesibles de las viviendas para los jóvenes y la baja inversión en servicios públicos, como la sanidad.
La pandemia y «la situación económica, son los mayores problemas», zanjó Félix Anguas, un jubilado votante del PP.
Pero la polarización ha desplazado del debate político la gestión de la pandemia, que en Madrid dejó la mayor cantidad de muertos y contagios del país.
La opinión sobre el manejo de la crisis sanitaria divide a los votantes en una lógica de bloques: los de derecha, aprueban la labor de Díaz Ayuso, quien se enfrentó al gobierno central por las restricciones e hizo de Madrid la región más permisiva de España; los de izquierda, la critican.
La situación en Madrid, donde Díaz Ayuso mantuvo los restaurantes y bares abiertos desde el verano pasado, «se ha gestionado de la mejor manera posible», para «que no haya tanto desempleo», dijo Zapata, dando a entender que respaldará a la dirigente conservadora.
Pero para Antonio Huelva, un diseñador gráfico de 44 años que simpatiza con la izquierda, el trabajo de Díaz Ayuso ha sido «horrible», porque «ha dejado morir gente» con sus decisiones equivocadas y «se dedica a echarle la culpa a todo el mundo».
– Fidelidades cambiantes –
En Arganzuela, un barrio muy heterogéneo donde en las elecciones de 2019 los bloques de izquierda y derecha quedaron muy igualados, algunas fidelidades cambian.
Por ejemplo la de Carretero, que luego de haber votado hace dos años al Partido Socialista, dice que esta vez lo hará por otro partido de izquierda. O la de Zapata, quien se decanta por Díaz Ayuso tras arrepentirse de su voto anterior, que no revela.
Y no falta quien, harto de los políticos, dice que todavía no sabe si acudirá a las urnas el próximo martes.
«Todavía lo tengo en duda» porque «no me convence ninguno (de los candidatos), creo que todos hablan mucho y luego no hacen nada», dijo Carmen Méndez, una abogada de 62 años.
Fuente AFP