Este lunes el Papa Francisco dijo que le “asusta un posible derramamiento de sangre en Venezuela” y ofreció su ayuda si ambas partes lo quieren. Sus palabras fueron ofrecidas durante su vuelo de regreso desde Panamá, donde se encontraba en visita oficial desde el pasado miércoles para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Sobre su posición en cuanto al reconocimiento del Presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, el Sumo Pontífice dijo que “sería una imprudencia pastoral y haría daño ponerse de la parte de unos países o de otro”.
“Yo apoyo a todo el pueblo venezolano, que está sufriendo. Si yo entrara a decir hagan caso a estos países, o a estos otros me metería en un rol que no conozco. Sería una imprudencia pastoral de mi parte y haría daño”, recalcó.
Su Santidad invitó a las partes involucradas en el proceso que vive Venezuela a “si necesitaban ayuda” “que se pongan de acuerdo y la pidan”.
Francisco se refirió a Venezuela en el Ángelus, y confesó que pensó y repensó mucho lo que quería decir, reiterando su deseo de “una solución justa y pacífica» para Venezuela.
“Me asusta el derramamiento de sangre. Y en esto pido grandeza a los que pueden ayudar a resolver el problema. El problema de la violencia, a mi me aterra”, dijo el Papa.
Y puso como ejemplo el último ataque terrorista que vivió Colombia donde se han hecho esfuerzos importantes por mantener la paz y a pesar de eso decenas murieron en nombre de la violencia, acto que calificó como terrorífico.