El nuevo coronavirus avanza “desenfrenado” y “ha desbordado” las capacidades de atención sanitaria en la región más poblada de Venezuela, Zulia, advierten fuentes médicas y políticas de ese estado.
Sus autoridades confirman el incremento de contagios en la región, fronteriza con el noroeste de Colombia. El gobernador Omar Prieto informó este lunes que en el estado hay 2.387 contagios confirmados del nuevo coronavirus. A finales de marzo, el funcionario dio cuenta de 251 casos, es decir, que las cifras oficiales de infecciones se multiplicaron nueve veces en los últimos dos meses.
Zulia tenía cerca de 5 millones de habitantes hace cinco años, pero fuentes independientes calculan que esa cifra se redujo a entre 3,5 y 4 millones debido a la ola migratoria que ha habido por razones económicas y políticas.
El gobierno de Nicolás Maduro ubicó a esa región, de 63.000 kilómetros cuadrados, en el tope de la lista de estados con mayor número de casos positivos por COVID-19 en las últimas 24 horas, con 299.
Un enfermero del Hospital Universitario de Maracaibo dijo a la Voz de América, bajo condición de anonimato, que la sala de emergencia del centro asistencial se llenó en la última guardia con al menos 70 pacientes con sintomatología del COVID-19.
“La gente se te tira encima en la emergencia cuando te ven con uniforme de médico o enfermero para suplicarte que atiendas a su familiar. Es peor que la primera ola de contagios. Nunca habíamos vivido esto”, contó el trabajador de salud.
Un médico vinculado a los servicios de ese hospital, el de mayor capacidad de la región occidental de Venezuela, aseguró a la VOA que esas instalaciones se encuentran “completamente full” y precisó, además, que no existen camas de cuidados intensivos disponibles en los 21 municipios del estado.
El propio gobernador lo confirmó este lunes en su programa matutino. “En el Hospital Universitario, la tasa de ocupación la tenemos copada. Estamos habilitando en las próximas 48 horas otros pisos, sin problemas”, expresó.
El COVID-19 está “desenfrenado” en Zulia, denunció este fin de semana Rodrigo Cabezas, exministro de Finanzas de Hugo Chávez en 2007 y quien rompió filas con el partido de gobierno durante el mandato de Nicolás Maduro.
“Debe declararse el estado de emergencia sanitaria ya. La situación del COVID 19 en Maracaibo y el Zulia está desenfrenada. Hay cientos de contaminados y muchos muriendo. Delicado, muy delicado, es lo que estamos presenciando en nuestra región”, escribió Cabezas en un mensaje compartido con la prensa.
«Tragedia» sin vacunas
Solo en mayo, doce médicos han fallecido por efectos del COVID-19 en Zulia, de acuerdo con un recuento independiente realizado por su gremio. Según el presidente de la Federación Médica Venezolana, Douglas León Natera, un doctor fallece por el nuevo coronavirus cada 24 horas en el país, en promedio.
“Henry” *, un galeno con 25 años de experiencia en el sistema de salud pública de Maracaibo, calificó de “tragedia” lo vivido dentro de los hospitales locales.
“El Zulia está totalmente copado. Es trágico. No se están haciendo pruebas (para confirmar contagios). Ayer (domingo), se desbordó la emergencia hasta el punto de que tuvieron que tomar toda el área y los pabellones para atender a pacientes con COVID-19. Bajaron a todo el personal de enfermería a emergencia”, detalla.
Según la fuente médica, la región zuliana ha perdido capacidad de atención por la renuncia de personal de enfermería, que, dice, prefiere brindar atención privada a pacientes ante los salarios bajos en los servicios públicos, y por la reducción de ventiladores y camas de UCI disponibles en los hospitales.
“Es una tragedia lo que estamos viviendo: sin luz, sin gasolina, sin oxígeno, sin medicamentos, con un mercado negro que ha hipertrofiado todo”, apunta.
En Caracas, capital del país, la gravedad de la situación de contagios se enmascara por las atenciones domiciliarias de los casos, cada vez más frecuentes, según Enrique Montbrun, cirujano especializado en medicina de desastre y emergencias complejas.
Explicó que, aunque el porcentaje de ocupación de pacientes con el nuevo coronavirus en la ciudad se redujo de 94 por ciento a 70 por ciento, esta cifra no quiere decir que se reporten menos enfermos.
“Hay una disminución en las complicaciones, pero lo otro que hemos visto, es que la gente no tiene poder adquisitivo para pagar una clínica y está usando mecanismos alternos de tratarse en casa, con suministro de oxígeno supervisado por un médico. De esa forma, son atendidos. Podría, por eso, haber una falsa percepción de que los casos están disminuyendo” en Caracas, indicó.
La promesa presidencial
Venezuela es uno de los países latinoamericanos con peores promedios de inmunización contra el nuevo coronavirus. El domingo,el presidente Maduro habló de la llegada de 1.300.000 vacunas chinas y se mostró esperanzado de que sirvan para “acelerar” un plan que ya incluía más de 1.400.000 dosis elaboradas en Rusia y su aliado asiático, según cifras del Ministerio venezolano de Salud.
Dijo confiar en que entre junio y agosto haya “una ofensiva de vacunación” para que, a finales de este año, Venezuela pueda recuperar su normalidad social.
La Academia Nacional de Medicina de Venezuela precisó a mediados de mayo que se había vacunado a menos del uno por ciento de la población, de 30 millones de habitantes. “Podríamos tardar hasta 10 años en vacunarnos a esta velocidad”, advirtió a la prensa su presidente, el doctor Enrique López-Loyo.
El último boletín de la Academia señaló que no hay información oficial sobre el número de dosis de vacuna administradas, acotando que “se cree que son menos de 300.000, con rumores crecientes de un fuerte mercado negro de vacunas”.
Cabezas, antiguo directivo nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela, criticó en su declaración “la ineptitud y la indiferencia” del gobierno de Maduro en cuanto a la implementación de un plan de vacunación contra el COVID-19.
A Montbrun, por su parte, le preocupa que la tasa de vacunación esté, según sus cálculos, por debajo del 0,04 por ciento de la población. “Eso nos pone mucho más en riesgo, abre la posibilidad de que más variantes lleguen al país y de que haya otra oleada” de contagios, señaló.
Dudó que pueda cumplirse la promesa del presidente Nicolás Maduro de iniciar “una ofensiva” de inmunización entre julio y agosto. “Para lograr eso, tendrías que poner 20 millones de dosis mensuales, un millón por estado. Eso amerita una tarea muy importante, generar una serie de condiciones, como garantizar la cadena de frío y apoyarte en el sistema de salud privado”, acotó el experto.
FUENTE VOANOTICIAS.COM