Los senadores republicanos presentaron este jueves al presidente estadounidense, Joe Biden, su contrapropuesta de plan de infraestructuras, que elevaron a cerca de un billón de dólares, una cantidad alejada del proyecto del mandatario demócrata.
«Tuve una buena conversación, muy breve pero buena, con» la senadora Shelley Moore Capito, que lidera el grupo de negociadores republicanos, declaró Joe Biden.
El presidente precisó, sin embargo, que aún no había podido estudiar la propuesta en detalle.
«Le dije que tenemos que concluir esto muy rápidamente», añadió.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, aseguró por su parte en un comunicado que la propuesta republicana era «alentadora», especialmente el aumento del presupuesto, pero se mostró «preocupada» por los métodos de financiación, en los que sigue habiendo grandes diferencias entre las dos partes.
La Casa Blanca redujo su plan en 600.000 millones de dólares el 21 de mayo, hasta 1,7 billones, para ganarse el apoyo de los senadores republicanos.
Estos últimos rechazaron entonces esa propuesta, lamentando la persistencia de «importantes diferencias», y prometieron trabajar en una contraoferta.
«Hoy tenemos un plan de 928.000 millones de dólares en ocho años que se centra en el núcleo de las infraestructuras», anunció el jueves la senadora republicana Shelley Moore Capito.
«Se trata de un intento serio de llegar a un acuerdo entre republicanos y demócratas», dijo. Sin embargo, sus posiciones siguen estando muy alejadas.
Los republicanos quieren limitar las infraestructuras a su definición tradicional: puentes, carreteras, aeropuertos, etcétera, añadiendo, como los demócratas, el servicio de internet de alta velocidad.
Pero el plan de Biden va más allá, ya que incluye la financiación de asistentes sanitarios a domicilio para los ancianos, hospitales para veteranos, la construcción de escuelas y el desarrollo de vehículos eléctricos.
La oposición volvió a rechazarlo el jueves. «Simplemente creemos que estos programas deberían ser objeto de proyectos de ley separados», escribieron los senadores republicanos a Biden.
También descartaron cualquier posibilidad de financiar el proyecto mediante una subida de impuestos, oponiéndose al plan del presidente de elevar el impuesto de sociedades del 21% al 28%.
Aceptar esta última medida supondría revertir la gran reforma fiscal aprobada bajo la presidencia del expresidente republicano Donald Trump. Una línea roja infranqueable, según insisten.
En su lugar, propusieron financiar su plan en parte con fondos ya liberados para la lucha contra el covid-19 y que, según ellos, no se han utilizado.
Biden presentó su gran plan («American Jobs Plan») a finales de marzo, argumentando que crearía millones de puestos de trabajo, haría frente a China y lucharía contra el cambio climático.
Los demócratas esperaban celebrar una primera votación del proyecto de ley en la Cámara Baja a principios de julio, pero la lentitud de las negociaciones podría posponer ese plazo.
Fuente AFP