El usurpador Nicolás Maduro reiteró este sábado su disposición a ir «con buena fe» al diálogo con la oposición, al que -espera- se sumen todas las facciones del antichavismo en el momento que estén establecidas todas las condiciones.
«En el momento que se den las condiciones, con una agenda consensuada, lugar de reuniones y los métodos de trabajo, iremos con buena fe al diálogo. Hemos logrado convocar y vamos a sentar en la mesa a las oposiciones venezolanas. ¡Triunfo Revolucionario!». Así lo expresó a través de Twitter.
Pero las condiciones que fijó Maduro distan mucho de las de la oposición, lo que está retrasando tomar una decisión final sobre la fecha y lugar que comenzarán las conversaciones, en caso de que, finalmente, se produzcan.
Así lo pone de manifiesto el líder del régimen en un vídeo con el que acompañó a su mensaje en la red social.
«En primer lugar, el levantamiento de las sanciones. Y de todas las medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela por parte de los países imperiales de occidente y del norte», sentenció.
Maduro exigió que antes de sentarse a negociar, deben levantarse esas sanciones. Mientras que el presidente interino Juan Guaidó planteó el levantamiento a condición de que el régimen ceda en sus posiciones. Esto con el fin de llegar a unas elecciones «democráticas y transparentes», cuyo cronograma exige de inmediato.