Según el último informe de World Heritage Watch, organización mundial que promueve la protección del patrimonio y observa los espacios en el Parque Nacional Canaima, en el estado Bolívar, se habrían destruido entre 500 y 700 hectáreas, consecuencia de la extracción de oro usando técnicas “semimecanizadas” y mercurio, elemento químico de alta toxicidad.
El informe explica que, aunque las actividades mineras se realizan en solo 521 hectáreas del parque, es decir, el 0,018 % de su superficie, supone un área “importante”, debido a que el impacto no se limita a la zona concreta donde se ubican las minas.
El documento destaca que una sola mina genera “gran cantidad de sedimento y contaminación a los ríos” y a los demás elementos acuáticos.
Según WHW, en el estado Bolívar manejan la minería actores políticos, militares, mineros, indígenas y bandas criminales con control en la zona.