Al menos cinco reos murieron y otros 15 resultaron heridos este jueves en un enfrentamiento a tiros entre miembros de las pandillas Barrio 18 y Mara Salvatrucha (MS-13) en la cárcel de La Tolva en Honduras, informó la Fiscalía.
«Los fiscales nos notificaron que había al menos cinco muertos pero que ellos y las autoridades forenses no habían podido entrar a la prisión porque el problema continuaba» en esa prisión, ubicada 40 km al este de Tegucigalpa, dijo a la AFP el portavoz del Ministerio Público, Yuri Mora.
«No había seguridad para entrar a hacer las verificaciones», añadió el funcionario, aunque medios locales aseguraron que policías y militares llegaron a reforzar el contingente de seguridad de la prisión.
El Hospital Escuela de la capital dio una lista de 15 heridos de bala que ingresaron a ese primer centro asistencial público del país, transportados en ambulancias.
Cientos de parientes se aglomeraron desesperados en el hospital y frente a la cárcel tratando de averiguar sobre reos presos, según reportes de la prensa local. En las redes sociales circularon audios de ráfagas y explosiones que, según testigos, se prolongaron por más de una hora en la prisión.
Integrantes de las pandillas Barrio 18 y MS-13 controlan vastas áreas periféricas de algunas ciudades y hasta zonas rurales y se enfrentan entre ellos en disputas por territorio para traficar drogas, armas, robos de carros y otros delitos, según informes policiales.
Las 28 cárceles de Honduras, que albergan cerca de 22.000 personas, han sido calificadas por expertos como una especie de academias del crimen, desde donde se dirigen asesinatos, extorsiones, secuestros y otros delitos, en presunta complicidad con los celadores.
La peor tragedia carcelaria se registró en febrero del 2012 cuando murieron 362 personas en un incendio provocado en el penal de Comayagua, unos 50 km al norte de Tegucigalpa.
El gobierno ha construido tres nuevas prisiones, incluyendo la cárcel de máxima seguridad La Tolva, y habilitado celdas en batallones y unidades policiales para tratar de mermar el hacinamiento en las antiguas prisiones.